Con motivo del Día Mundial del Ictus, la Federación Española de Ictus (FEI), bajo el lema "¡Actúa contra el ictus! Por ti, por los tuyos", quiere concienciar a la población sobre la importancia de esta enfermedad y sobre su prevención.
Según afirma Carmen Aleix, presidenta de la FEI, el ictus es "la primera causa de muerte en la mujer y la segunda en el hombre". "En los últimos años se viene observando un ligero ascenso de la incidencia del ictus debido al envejecimiento de la población puesto que las tasas se multiplican por 10 en mayores de 75 años", añade.
Los expertos definen dos grupos de factores de riesgo vascular. Por un lado, aquellos sobre los que no se puede tomar ninguna medida preventiva como son la edad, el sexo y la historia familiar y, por otro lado, aquellos factores modificables como la hipertensión arterial, cardiopatías, fibrilación auricular, la diabetes, la hipercolesterolemia o la obesidad o el tabaquismo.
En este sentido, el Dr. Jaime Gállego, coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV) y jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario de Navarra, destaca que "si se controlan los factores de riesgo, como son la hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiacas, apnea del sueño, obesidad y hábitos de vida nocivos, entre otros, se podrían evitar hasta el 80 % de los casos". "Además, las medidas de prevención están encaminadas tanto a prevenir un primer episodio de ictus como las repeticiones en aquellos pacientes que ya han sufrido alguno", explica el Dr. Gállego.
El Dr. Gállego apunta que "es fundamental que el paciente y las personas que lo rodean puedan conocer de inmediato los síntomas de alarma de un ictus para activar el Código Ictus y proceder a su traslado a un centro hospitalario debidamente preparado. Se debe continuar con el proceso aunque los síntomas desaparezcan".
Según explica este experto, "las principales señales de alarma son la pérdida de fuerza de la mitad del cuerpo, trastorno repentino del lenguaje, pérdida de sensibilidad, pérdida de visión en uno o ambos ojos, pérdida brusca de la estabilidad y del equilibrio, y dolor de cabeza intenso".