A raíz de la pandemia de la COVID-19, la salud mental se ha visto especialmente comprometida y ha ganado visibilidad en el debate social y sanitario. En este marco, consciente de lo esencial que resulta el periodo de la adolescencia para el desarrollo del bienestar mental futuro de los jóvenes, el laboratorio farmacéutico Angelini Pharma ha puesto en marcha el proyecto de microteatro ‘Podría Ser Yo', con el que busca romper los tabúes sobre la salud mental y visibilizar la necesidad de permanecer alerta ante cualquier signo o síntoma que apunte a un posible trastorno.
‘Podría ser yo' se lleva a cabo de la mano de una compañía profesional de teatro y está avalada por un Comité Científico formado por dos psiquiatras, el Dr. Carles Masip. psiquiatra del Hospital del Mar de Barcelona, y la Dra. Sandra Rubio, psiquiatra en la Unidad de Transición del CSM Puente de Vallecas, en colaboración con la mencionada compañía y con el necesario apoyo del claustro docente del centro educativo.
El Colegio María Auxiliadora - Salesianas Villaamil de Madrid ha formado parte de la puesta en marcha de la iniciativa, con el desarrollo de un piloto de las representaciones teatrales que, realizadas en diferentes espacios del centro, relataron las historias de cinco protagonistas que conviven con trastornos de salud mental: depresión y ansiedad, psicosis inducida por consumo de cannabis, trastornos de la conducta alimentaria (TCA), bullying y autolesiones.
Como cierre de la jornada, se celebró un debate en el que participaron el Dr. Carles Masip y la Dra. Inmaculada Palanca, jefa de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia en el Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda de Madrid, junto a los alumnos del colegio, con el objetivo de favorecer un espacio final para la reflexión y puesta en común de lo observado en las representaciones y para ofrecer herramientas de ayuda ante cualquier situación de riesgo. Los promotores de la iniciativa aspiran a llevar el proyecto a otros centros educativos en los próximos meses.
La adolescencia, clave en la salud del cerebro del futuro de los más jóvenes La adolescencia es un período esencial para el desarrollo de hábitos sociales y emocionales necesarios para el bienestar mental. Es decir, las vivencias en edades tempranas son las que definen el comportamiento a largo plazo de las personas. Por ello, es fundamental que los jóvenes cuenten con un lugar seguro con respecto a la salud mental en los entonos familiares, escolares y en la comunidad en general.
Hoy en día, 9 millones de adolescentes europeos de entre 10 y 19 años padece una enfermedad mental. En esta línea, el informe ‘Headway – Mental Health Index 2.0' de Angelini Pharma y el Think Tank The European House – Ambrosetti, presentado recientemente en el Congreso de los Diputados español, señala que las patologías más comunes son la depresión, el autismo, la ansiedad y el TDAH, que pueden dificultar la asistencia a la escuela, el estudio y la realización de los deberes.
Actualmente, la ansiedad y la depresión son las causas de enfermedad y discapacidad más habituales entre los adolescentes. Al menos el 3,6 % de los jóvenes de 10 a 14 años y el 4,6 % de los de 15 a 19 años padece un trastorno de ansiedad, mientras que el 1,1 % de los niños de 10 a 14 años y el 2,8 % de los de 15 a 19 años ha sido diagnosticado con depresión.
Además, los adolescentes con trastornos mentales son particularmente vulnerables a sufrir exclusión social, discriminación, problemas de estigmatización, dificultades educativas, comportamientos de riesgo, mala salud física y violaciones de derechos humanos. Según la UNESCO, 1 de cada 3 adolescentes sufre acoso escolar, siendo los niños (32%) los que corren un riesgo superior a las niñas (28%) de padecerlo.
Ante esta realidad, resulta esencial llevar a cabo acciones de concienciación orientadas a fortalecer su capacidad para regular las emociones, potenciar las alternativas a los comportamientos de riesgo, desarrollar la resiliencia para gestionar situaciones difíciles o adversas y promover entornos favorables.
Según ha afirmado el Dr. Masip, "la detección precoz es fundamental en este tipo de trastornos de salud mental, así como su visibilización y normalización, puesto que sufren un gran estigma en la sociedad actual".
"Ahora que estamos observando un incremento importante en el número de trastornos mentales en adolescentes, la actuación desde los propios centros educativos en los aspectos de salud mental me parece fundamental. Este proyecto, que acerca de una forma muy vívida este tipo de problemas a los jóvenes permite que se identifiquen con los personajes y los vean con empatía. Además, les ayuda a ser más capaces de reconocer los problemas y detectarlos precozmente y les da herramientas para que sean capaces de pedir ayuda", ha añadido la Dra. Palanca.