Las personas con incontinencia urinaria tienden a no tomar suficiente agua

Como es bien sabido, el agua es un elemento esencial para el organismo porque desempeña funciones cruciales como el transporte de nutrientes a las células o la regulación de la temperatura corporal.

Sin embargo, las personas con incontinencia urinaria se privan de beber líquidos en la falsa creencia de que así reducirán las pérdidas de orina.
 

La realidad es que la reducción o la supresión de la toma de líquidos perjudica la salud de las personas en general porque de esa manera no se reponen los líquidos perdidos a través de acciones como la sudoración, la respiración y la micción y, por tanto, hay un riesgo de deshidratación, situación que puede dar lugar a trastornos como el dolor de cabeza, sensación de cansancio, falta de concentración y disminución del estado de alerta mental. Beber poca agua puede favorecer también las infecciones urinarias.

Los pacientes con incontinencia urinaria que restringen su toma de líquidos lo hacen porque creen que así son más independientes y pueden mantener mejor su vida social: permanecer fuera de casa más tiempo sin la preocupación de tener un baño cerca.
 

Con el inicio el verano, época de temperaturas altas y mayor riesgo de deshidratación, este equivocado hábito de las personas incontinentes, y especialmente de las de edad avanzada, es más preocupante por varias razones: las personas mayores son más susceptibles de tener problemas de incontinencia, tienen un menor contenido de agua en su organismo, pueden presentar con mayor facilidad un desequilibrio de agua y sodio y pueden tomar medicamentos que favorezcan la pérdida de líquidos.

Por tanto, no beber la suficiente cantidad de agua y líquidos no es una opción adecuada en ninguna época, y menos en verano, para las personas con incontinencia. Lo correcto será que acudan al médico para que les aconseje y oriente en el manejo de su situación.

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