El sobrepeso u obesidad es una de las situaciones de salud que más perjudica al individuo en su salud física, emocional, económica y social, con una estimación de pérdida de un 20% de años de vida. El impacto a nivel de sociedad también es extraordinariamente negativo y, lo que es más preocupante, es que a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta ahora para reducir el número de individuos afectados, la situación no hace más que empeorar. De hecho, hay cada vez más obesos tanto en la población adulta, como en la infantil.
La causa final en todos los casos del sobrepeso y obesidad radica en un saldo energético positivo mantenido en el tiempo. Ingerir más energía que la que se gasta lleva al organismo a almacenar ese exceso de energía en forma de grasa. El saldo energético positivo se ve facilitado por la alta disponibilidad a alimentos sabrosos y ricos en energía, junto con vidas más sedentarias que supone gastos energéticos más bajos.
El motivo que lleva a ser capaz de ingerir más energía que la que se gasta está ubicado en la alteración bioquímica y funcional a nivel de varias estructuras cerebrales, y que condiciona un comportamiento con respecto a la comida que lleva al concepto de adicción a la comida, entendido como un comportamiento alimentario hedónico, sólo orientado a producir placer con el alimento y a apaciguar los síntomas de su abstinencia, y no orientado a la nutrición o supervivencia. Si no se considera y aborda la adicción a la comida de forma correcta supondrá el fracaso, en muchas ocasiones, de las tentativas de perder peso, que lleva a la persona a la frustración y finalmente a desistir de realizar cualquier acción para bajar peso.
Es importante distinguir dos situaciones clínicas diferentes, pero estrechamente relacionadas. Por un lado hay personas con sobrepeso/obesidad que son cuando tienen índices de masa corporal por encima de 25 y 30 respectivamente, y generalmente con adicción a la comida. Por otro lado, hay personas con la misma adicción sin alteración del peso, que suelen ser jóvenes que mantienen saldos energéticos equilibrados por el aumento de gasto, pero que con el tiempo las probabilidades de aumento de peso están garantizadas.
El patrón de comportamiento tanto en personas con peso elevado y adicción a la comida, como en aquellas con normopeso y adicción lo podemos resumir en:
- Pocas veces alcanzan la sensación de saciedad durante comidas.
- Necesidad de terminar comidas principales con alimentos dulces.
- Percepción de que se puede estar comiendo siempre, o al menos hambre constante.
- Necesidad de picar entre horas, sobretodo alimentos hipercalóricos.
- "Ataques de ansiedad" por comida hipercalórica, normalmente suele ser el mismo tipo de comida (pan, chocolate, galletas…), que les lleva a tener que buscar ese alimento de forma imperiosa, y hasta que no se ingiere resulta difícil concentrarse en otras actividades.
- Dificultad para conciliar el sueño o despertarse por la noche con hambre, sólo pudiendo conciliar el sueño comiendo más cantidad de comida hipercalórica.
- Pensamientos recurrentes y constantes sobre alimentos y comidas.
- Evitar en ocasiones comer con amigos/familiares por culpa de la comida.
- Facilidad para ganar peso y dificultad para perderlo.
- Preocupación y ansiedad debido a esta relación con la comida.
¿Qué es lo que lleva a algunas personas a comer más energía de la que gastan?
El apetito está regulado por el cerebro, en el que se identifican dos áreas que regulan la ingesta. Una, el sistema homeostásico (encargado de valorar los gastos energéticos para garantizar su reposición) y otra área es el sistema hedónico o placentero de la ingesta (que asigna un valor de recompensa a cada alimento, fundamental en el desarrollo y mantenimiento de la obesidad).
En algunos individuos de forma espontánea, por alteraciones hormonales o al exponerse a cantidades de alimento y/o alimentos hiperenergéticos en exceso, se altera el funcionamiento del sistema hedónico que pasa a dominar e inhibir al sistema homeostásico, de manera que el individuo tiene que comer mucha mas energía de la que necesita, perdiendo la sensación de saciedad y necesitando comer alimentos en exceso, para paliar los síntomas de la abstinencia que aparecen debido a la alteración funcional y bioquímica del cerebro. Para lo cual inhibe el centro de la saciedad y estimula el centro del hambre localizado a nivel del hipotálamo.
Tras varios estudios, ya no se duda de que el problema del sobrepeso/obesidad debe ser visto desde la perspectiva de la adicción a la comida.
Para abordar este problema, el Dr. Beltrán Carrillo, médicos especializado en geriatría y acupuntor médico, comenta que "es necesario realizar una intervención nutricional para revertir el saldo energético. Se estima que el 30% del esfuerzo durante la intervención debe ir dirigida a la educación dietética. Y de una forma saludable deben seguir una dieta equilibrada, nutritiva e hipocalórica el tiempo suficiente para perder el peso en exceso. El problema radica en que si sólo nos enfocamos en las numerosas dietas, sin abordar el problema neurobioquímico cerebral de la adicción, estamos abocados al fracaso y a la frustración".
Este aspecto interviene la acupuntura ya que la evidencia contemporánea indica que los efectos terapéuticos de ésta son producidos por la activación del sistema nervioso central, con la consiguiente regulación neurohormonal y neuroinmune. Distintos estudios experimentales y clínicos avalan el papel esencial de la acupuntura en el tratamiento de la obesidad, debido a los diferentes efectos que produce como son: Efecto sobre distintos péptidos y áreas cerebrales reguladoras del apetito y adicción a la comida; Efecto sobre el metabolismo de la glucosa y la resistencia insulínica; Efectos sobre el metabolismo lipídico, en el que varios estudios realizados en humanos demuestran que la acupuntura además de reducir peso logra corregir las alteraciones patológicas del colesterol; y Efecto sobre marcadores inflamatorios.
El Dr. Carrillo concluye diciendo que "el efecto de la acupuntura en el tratamiento del sobrepeso/obesidad/adicción a la comida va dirigido principalmente a controlar el apetito/hambre/ansiedad por comer. De esta forma el paciente puede seguir una dieta equilibrada, nutritiva e hipocalórica sin pasar hambre, perdiendo peso el tiempo necesario hasta alcanzar su peso ideal. Sin la condición de no pasar hambre la mayoría de las personas no son capaces de mantener la dieta el tiempo suficiente, y cuando abandonan, antes de alcanzar su peso ideal, recuperan el peso perdido en poco tiempo. Con la acupuntura al no pasar hambre podemos llegar, con disciplina y paciencia, al peso ideal, controlar la adicción a la comida y mantenernos en el peso adecuado sin esfuerzo".