El aumento de la preocupación debido a la crisis económica, la incertidumbre por la posibilidad de un empeoramiento de la situación laboral, el miedo a perder el trabajo, etc. conlleva en algunas personas altos niveles de ansiedad. Esta situación influye negativamente en el orden alimenticio establecido en las personas que padecen obesidad.
Según explica la psicóloga Idoia López de Guereñu, especialista en terapias de grupo para el tratamiento de la obesidad en la Clínica USP La Esperanza (Vitoria), "las denominadas situaciones de alto riesgo como los problemas familiares, discusiones e incluso la crisis económica, generan un alto nivel de ansiedad que en el caso de personas que padecen obesidad y que siguen un plan nutricional para perder peso, acaban provocando un abandono de la dieta establecida consumiendo alimentos que no deben o comiendo en exceso".
El desorden no se limita solo al plano alimenticio, sino que la tensión generada por la preocupación "anula al afectado hasta el punto de no dejarle tomar decisiones adecuadas para su bienestar", matiza la especialista. En este sentido, se cambian rutinas establecidas beneficiosas para las personas con sobrepeso, como la práctica de deporte.
Tan importante es mantener el orden establecido para el control de la obesidad como saber manejar las situaciones que pueden desencadenar mayor ansiedad y con ella el abandono de hábitos para la pérdida de peso. Por ello, es muy positivo realizar técnicas de relajación, entrenar el autocontrol, trabajar la actitud positiva y la consecución de objetivos alcanzables, comportamientos que ayudan a mejorar la autoestima y el bienestar general.
A la hora de abordar un problema como la obesidad, el paciente debe encontrarse en un momento emocional de estabilidad, porque en caso contrario, le será más difícil seguir la dieta establecida. "Los pacientes no tienen que obsesionarse con la báscula, tienen que saber disfrutar de la comida y variar los menús. Además, es necesario que realicen deporte, no solo porque es el complemento necesario a la dieta, sino también porque te distrae, segregas serotonina y ello te ayuda a estar más relajado, mantienes la confianza en ti mismo, los niveles de apetito están controlados, acelera el metabolismo, etc.", explica la psicóloga.