La Comisión Asesora COVID-19-OMC, puesta en marcha por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) de España ha hecho público su Tercer Informe, en este caso sobre el papel de la Atención Primaria en el contexto de la presente pandemia, ámbito asistencial al que se le han asignado responsabilidades en la detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de nuevos casos de COVID-19, así como, en coordinación con recursos de salud pública, de los contactos.
En este informe, en el que han participado expertos en la Atención Primaria, se hacen una serie de propuestas, entre las que destaca la evidente necesidad de dotar a este ámbito asistencial a muy corto plazo de nuevos recursos humanos y tecnológicos para la teleasistencia con el fin de que pueda cumplir adecuadamente estos objetivos, así como dotar a cada centro de salud de una persona dedicada al "rastreo" epidemiológico.
Este informe, al igual que los dos anteriores sobre la realización de pruebas diagnósticas y el uso de mascarillas en el ámbito asistencial, son contribuciones de los expertos y aportaciones recibidas en el Foro de Trabajo y Debate de la Comisión Asesora para realizar propuestas de posicionamiento y responder a las múltiples dimensiones epidemiológicas, de salud pública, clínicas, profesionales, bioéticas y de organización asistencial que plantea esta pandemia.
En este tercer informe, se hacen unas consideraciones previas del papel esencial que ha ejercido y ejerce la AP en el proceso de abordaje de la pandemia, en las que señala que, "mientras algunos Servicios de Salud autonómicos diseñaron una estrategia global centrada casi exclusivamente en el ámbito hospitalario, con protagonismo para los servicios de cuidados intensivos, otros trataron de frenar la pandemia manteniendo la presencia de sus profesionales de AP en Centros de Salud y Consultorios Locales, aprovechando la extensión universal de la red de primaria, la cercanía de sus profesionales, su capacidad para la detección temprana y control evolutivo de los casos, y la confianza y seguridad que transmite a sus pacientes".
Se considera que actualmente, todos los Servicios de Salud tienen claro que la AP debe adquirir un papel protagonista en la fase de desescalada, a pesar de encontrarse en una situación de precariedad de recursos, especialmente humanos, aunque también materiales, como consecuencia del abandono que ha venido padeciendo en las dos últimas décadas.
En estas consideraciones se deja constancia que los profesionales de AP, acostumbrados a trabajar en condiciones adversas, han mostrado siempre, también en la pandemia, un "espíritu encomiable de sacrificio y colaboración y una gran capacidad innovadora" para adaptar los centros y su organización asistencial a una situación nueva y compleja.
Desde esta perspectiva, se asegura que es preciso continuar buscando un equilibrio mejor entre la necesaria coordinación vertical (Gerencia del Área de Salud y Hospital, Consejería de Sanidad, Ministerio de Sanidad) y la imprescindible autonomía de gestión de cada centro y equipo que les permitirá optimizar la adaptación de su organización y actividades a las necesidades y características de su zona básica de salud para conseguir proporcionar a su población una atención segura y de calidad.
Se manifiesta que, en el momento actual se han asignado, aunque muy tarde, a la AP responsabilidades protagonistas en la detección, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de nuevos casos, así como, en coordinación con recursos de salud pública, de los contactos. Por ello, se considera que parece evidente la necesidad de dotarla a muy corto plazo de nuevos recursos humanos y tecnológicos para que pueda cumplir adecuadamente estos objetivos.
En este documento se intenta hacer una aproximación a las necesidades y también a las acciones que deben ponerse en marcha de forma inmediata en los centros y equipos con énfasis especial en los cambios para la fase de la desescalada actual y ante un posible rebrote a corto plazo, cambios organizativos necesarios para responder a los desafíos planteados por la pandemia. En un segundo apartado se hacen unas breves consideraciones sobre algunos de los retos y cambios que tiene pendientes nuestras AP.
Se considera que todas las propuestas sobre necesidades y acciones han de adaptarse a las características de cada centro de salud o consultorio local. Las que se realizan en este documento tratan de aportar ideas que puedan ser de utilidad para distintos niveles de gestión y operativos, desde el Área de Salud a los propios equipos asistenciales.