La baja calidad del semen es, junto a la elevada edad de las mujeres, uno de los principales motivos de infertilidad.
Según ha indicado la Dra. Miren Mandiola, directora del laboratorio de reproducción asistida del Hospital Quirón Donostia (San Sebastián), en un simposio sobre reproducción asistida organizado por el centro hospitalario y la Universidad Pública Vasca (UPV/EHU), "las alteraciones en la información genética de los espermatozoides son la causa de la mitad de los casos de abortos de repetición que hasta ahora estaban etiquetados como de origen desconocido".
Hoy en día los estudios del ADN y de las aneuploidías espermáticas permiten seleccionar espermatozoides con más posibilidades de generar embriones que den lugar a un embarazo a término.
En cuanto al diagnóstico genético preimplantacional (DGP), técnica que permite analizar el ADN de una célula embrionaria, la Dra. Trinitat Alberola, responsable del laboratorio de DGP de Sistemas Genómicos, ha señalado la importancia de los últimos avances, que ahora "permiten estudiar la totalidad de los cromosomas, lo que permite transferir embriones con más posibilidades de lograr un embarazo a término".
El objetivo de la genética reproductiva es ayudar a las parejas con problemas de esterilidad a tener descendencia. Sin embargo, según ha explicado el Dr. Gorka Barrenetxea, profesor de la UPV, "factores como la avanzada edad de la mujer dificultan la fecundación y, por tanto, la realización de estudios genéticos del embrión. En estos casos las parejas pueden recurrir a la donación de gametos para ser padres, una opción con altas tasas de éxito".
Por otro lado, las unidades de reproducción asistida desempeñan un papel fundamental a la hora de erradicar enfermedades genéticas. En el futuro, además, será posible detectar en los embriones patologías como el alzhéimer y la esquizofrenia.