Según un estudio de la University College London publicado en la revista Obesity Reviews, el abuso de la calefacción en Reino Unido, EE.UU. y otros países desarrollados es una de las causas del incremento de la obesidad entre sus ciudadanos.
Una menor exposición al frío reduce al mínimo la necesidad de gastar energía para mantener caliente el cuerpo y su capacidad para producir calor. Esto afectaría a la disposición de las personas para mantener un peso saludable.
A medida que las personas pasan más tiempo en espacios cerrados con acceso a calefacción centralizada y aires acondicionados, se reduce el rango de temperaturas al que se exponen en su vida cotidiana y se incrementa el riesgo de engordar.
El alejamiento de la dieta mediterránea y la falta de ejercicio son los principales factores que contribuyen a la obesidad, pero según demuestra este estudio, otros factores ambientales, tales como la calefacción, juegan también un papel importante. Bajar la calefacción en los edificios podría contribuir a la lucha contra la obesidad.
La obesidad es cada vez más común entre los españoles y sus consecuencias sobre la salud son muy graves. Casi el 14% de la población española es obesa. Diversos estudios y encuestas han detectado el incremento de la obesidad que ya hace tiempo se bautizó como la "epidemia del siglo XXI".