El 18 de febrero es el Día Internacional del síndrome de Asperger, un trastorno del Neurodesarrollo que se incluye dentro de los Trastornos de Espectro Autista (TEA). La prevalencia de los TEA se ha visto incrementado significativamente en los últimos 40 años, situándose en la actualidad en 1 de cada 100 nacimientos. En España se estima que hay un total de 450.000 persona con TEA.
La interacción social, la comunicación, la resistencia al cambio y la inflexibilidad de pensamiento son algunas áreas que se ven afectadas por este síndrome. Podemos encontrar un amplio rango de severidad de los síntomas, y encontrar niños y niños que presentan afectaciones leves, o que incluso no han sido diagnosticados.
"Tengo la sensación de que todo el mundo ha venido a la tierra con una caja de herramientas que sirve para relacionarse y les ayuda con las habilidades sociales; en mi caso, miro mi caja de herramientas y está vacía.
No sé cómo tengo que actuar, ni qué tengo que hacer. Antes del diagnóstico, pensaba que era algo raro; ahora entiendo qué me pasa y que siempre fui diferente, pero eso no tiene porque ser algo malo, pero querría que los demás lo entendieran".
Declaración de una paciente de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Argetona
La detección precoz y el establecimiento de un abordaje terapéutico adecuado son clave para un mejor pronóstico. Por ese motivo, familias, maestros y pediatras juegan un papel muy importante a la hora de detectarlo.
Berta Massaguer, psicóloga de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Argentona, nos explica que "el síndrome de Asperger se manifiesta de diversas formas, según las características de cada persona, pero todas tienen algunas características en común como: dificultad para la interacción social y carencia de habilidades sociales, dificultad para expresar y canalizar emociones e interpretar las de los demás, dificultad en el uso del lenguaje, uso de conductas repetitivas, exagerada dependencia de rutinas y hábitos cotidianos y alta intolerancia al cambio".
La psicóloga también afirma que: "es importante saber que las niñas con Asperger muestran otra sintomatología a los rasgos comunes de este síndrome. A menudo el diagnóstico de TEA en mujeres se confunde con otros diagnósticos como el Trastorno Límite de Personalidad (TLP)". Los niños y niñas con síndrome de Asperger necesitan un entorno de apoyo y comprensión. Es importante que las personas que tienen en su círculo jóvenes con Asperger traten de empatizar con sus experiencias e intenten comprenderles. Conocer a la persona, sus gustos e intereses, es una buena manera de crear vínculo con ellos. Es importante hacer explícitos algunos conceptos y utilizar un lenguaje directo y concreto. Las personas con síndrome Asperger son muy rígidas, por ello, es muy importante que comprendamos la importancia de sus rutinas.