El fallo ovárico precoz es el cese patológico de la actividad de los ovarios antes de los 40 años, desencadenando así la amenorrea y una disminución de la secreción de estrógenos y, por tanto, mayor riesgo de desarrollar esterilidad.
"En estos casos no son efectivos los tratamientos de estimulación de la ovulación, por lo que la mejor opción para lograr un embarazo en estas mujeres es la donación de óvulos", afirma la Dra. Victoria Verdú, coordinadora de ginecología de la clínica de reproducción asistida Ginefiv.
La donación de óvulos es una técnica dirigida a aquellas parejas cuyo problema de esterilidad puede solucionarse sustituyendo los gametos propios por los de una donante joven, sana y fértil. "Es un procedimiento sencillo que permite conseguir el embarazo en un 57% por cada transferencia embrionaria, e incluso llega al 94% tras haber realizado 4 ciclos. De esta forma, se practicaría la fecundación in vitro con los óvulos de una donante y el semen de la pareja", explica la Dra. Verdú.
Algunos de los factores que pueden ser causa de fallo ovárico precoz son, según la Dra. Verdú "desde alteraciones cromosómicas o genéticas, enfermedades autoinmunes -como la diabetes o la disfunción tiroidea-, tratamientos realizados con radioterapia o quimioterapia, o algunas infecciones virales, hasta algunos agentes tóxicos como el tabaco".
Las mujeres que padecen fallo ovárico precoz presentan síntomas similares a los que sienten aquéllas que ya tienen la menopausia. "Éstos son la amenorrea o ausencia de regla, y síntomas asociados a los bajos niveles de estrógenos como los sofocos, las alteraciones del sueño y emocionales, la disminución del deseo sexual y la sequedad vaginal", asegura la Dra. Victoria Verdú.
La menopausia precoz se diagnostica gracias a una historia clínica detallada, una exploración física y ginecológica, así como una analítica de sangre para evaluar los niveles de estradiol y los de la hormona folículo estimulante (FSH), así como la hormona antimulleriana (AMH). El fallo ovárico precoz puede, además, tener algunas consecuencias para la salud como la aparición de osteoporosis, enfermedad cardiovascular, depresión o enfermedades autoinmunes.
Las mujeres que padecen menopausia precoz deben seguir una serie de recomendaciones saludables como hacer ejercicio moderado, mantener una dieta rica en calcio y no fumar. Es aconsejable seguir un tratamiento hormonal sustitutivo siempre que haya sido prescrito por su ginecólogo para evitar síntomas y consecuencias futuras. Además, se debe atender a la salud mental y emocional ya que puede originar ansiedad y depresión, sobre todo si no se ha cumplido el deseo de ser madre.