El Palacio de Congresos de Mallorca ha acogido hoy la rueda de prensa oficial del 8th International IVIRMA Congress sobre Medicina Reproductiva, un congreso bienal en el que se han dado cita más de 1600 asistentes de 71 países. Este acto ha contado con la presencia del presidente del congreso y director de IVI Mallorca, el Dr. Javier Marqueta; el director científico, el Dr. Juan Antonio García-Velasco; y el Dr. Dagan Wells, miembro del comité científico.
"Para nosotros es un orgullo recibir en Mallorca a los mayores representantes de la investigación y las buenas prácticas en reproducción asistida", ha declarado el Dr. Marqueta, presidente del congreso. "IVI ha nacido y crecido gracias a nuestra apuesta por la ciencia, por mantener nuestras instalaciones, técnicas y personal a la última; y esto solo se consigue teniendo como pilar básico la investigación", añade.
Durante el congreso se han abordado los últimos descubrimientos y tendencias en el ámbito de la medicina reproductiva, como la edición genética de los embriones, la influencia del metabolismo y el estudio de las vesículas extracelulares como elemento de investigación en la mejora de la selección embrionaria.
En este sentido, el Dr. García-Velasco, director científico, ha recalcado los esfuerzos de la organización por orientar el programa hacia los temas más relevantes para los asistentes: "Edición tras edición, vemos cómo el interés por acudir a nuestro congreso aumenta, lo que supone una motivación más para traer a los mejores investigadores y así poder debatir sobre las últimas tendencias de este campo".
Edición genética de embriones
Como en la última edición, en la que destacó la presentación del Dr. Juan Carlos Izpisúa sobre las posibilidades de la terapia génica para frenar el envejecimiento y curar enfermedades congénitas, la edición genética ha tenido un papel relevante, esta vez de la mano del Dr. Dagan Wells, miembro del comité científico. Esta técnica se lleva a cabo gracias a la tecnología CRISPR, que –como si se tratara de unas tijeras moleculares– permite sustituir las partes dañadas del ADN (que puedan dar lugar a enfermedades hereditarias), por otras sanas. Así, analizando las células del embrión antes de su transferencia al útero materno, es posible detectar e incluso corregir estas alteraciones, aumentando las probabilidades de embarazo de un bebé sano.
"Este tipo de avances generan una gran controversia social, como vimos recientemente con la noticia del nacimiento de una bebé china cuyo ADN había sido modificado", ha contextualizado el Dr. Wells. "Encuentros como este sirven como plataforma de debate de los beneficios y problemas, también éticos, que pueden suponer avances tecnológicos como la edición genética", ha añadido, "y en este sentido la participación de la comunidad científica es vital".
"Por el momento, se trata de una técnica que desde el grupo IVI vamos a estudiar, no porque contemplemos su aplicación clínica en un futuro inmediato, sino porque nos permitirá responder a preguntas básicas de la biología y el desarrollo de los embriones humanos", ha comentado el especialista, que también es el director del centro de investigación básica en Oxford. "Además –destaca– técnicamente es mucho más práctico hacer este análisis en embriones de pocas células que en bebés o adultos, que cuentan con millones de células".