Son ya 44 las ediciones del Congreso de la Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur (Neumosur) que ha reunido, en esta ocasión, a alrededor de 300 especialistas. Un encuentro en el que se han abordado todos los aspectos relacionados con las enfermedades respiratorias con especial presencia de enfermedades intersticiales del pulmón y las últimas novedades de las cirugías torácicas.
Sin duda, las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de años vividos con discapacidad. Afectan a muchas personas y la mayoría son crónicas. "Por ejemplo, en el caso de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), desde que el paciente es diagnosticado hasta que fallece pueden transcurrir 20 años o más durante los cuales no deja de tener síntomas", ha subrayado el Dr. Bernardino Alcázar, neumólogo en el Hospital de Alta Resolución de Loja (Granada) y moderador del simposio ‘Actualización en doble broncodilatación: ¿todas las combinaciones LAMA/LABA tienen una eficacia similar?'.
Una pregunta para la que el especialista tiene una respuesta muy clara: "No, no lo son". De hecho, los resultados del estudio publicado en la revista científica Advances in Therapy y que se presentaron durante la reunión anual de CHEST del American College of Chest Physicians en Toronto en noviembre de 2017, lo confirman.
"Siendo la EPOC una enfermedad tan prevalente, tenemos diferentes grupos terapéuticos para tratar a los pacientes y uno de los grupos que más se utiliza son los broncodilatadores. Su empleo de forma conjunta es la piedra angular del tratamiento de esta enfermedad", ha asegurado el facultativo, quien ha añadido que, hasta la fecha, había una sensación de "efecto de clase, de que todos eran prácticamente similares".
Este trabajo, en el que participaron 44 pacientes españoles con EPOC —de un total de 236 pacientes— reclutados en seis centros de España, compara por primera vez dos broncodilatadores; dos combinaciones fijas de un antagonista muscarínico de acción prolongada (LAMA) con un agonista-beta2 de acción prolongada (LABA), administradas una vez al día —Anoro Ellipta (umeclidinio/vilanterol, UMEC/VI) y Spiolto Respimat (tiotropio/olodaterol, TIO/OLO)—, en pacientes sintomáticos con EPOC.
Los resultados demostraron la superioridad de UMEC/VI versus TIO/OLO en función pulmonar, con una diferencia entre tratamientos de 52 ml en el FEV1 (volumen espiratorio forzado en el primer segundo) valle en la semana ocho (UMEC/VI 180 ml frente a TIO/OLO 128 ml; IC de 95%: 28, 77; p<0,001).
Además, en este estudio se demostró que un porcentaje mayor de pacientes responde más a Anoro que a Spiolto. "Ahora, se trata de investigar qué factores hacen que un paciente responda así con un fármaco en vez de con otro", insiste el Dr. Alcázar.
Para el especialista, resulta claro que dentro de unos años estarán disponibles datos de genética que ayudarán a decidir qué tratamiento es más aconsejable para cada paciente y eso permitirá que se pueda recurrir a una terapia personalizada en EPOC.
La EPOC y la discapacidad
Otro de los hándicaps vinculados a la EPOC es la discapacidad asociada a ella. En 2015, como explica el experto, se publicó el Global Burden of Disease y en este estudio se mostró que la EPOC es la tercera causa de años de vida vividos con discapacidad, a partir de los 50 años.
Es importante crear conciencia sobre la enfermedad, la mortalidad asociada y el impacto que tiene en el día a día de los pacientes, por lo que para luchar contra las enfermedades respiratorias en general y la EPOC en particular, el facultativo apuesta por conseguir que la población acuda a su médico de cabecera ante los primeros síntomas y promover medidas de salud pública para, por ejemplo, luchar contra el tabaco.
Como mensaje positivo, el Dr. Alcázar remarca que siempre hay "esperanza" a pesar del estado de salud con el que lleguen a consulta los pacientes. "Siempre podemos ofrecer a los pacientes tratamientos que mejoren su calidad de vida y su pronóstico a largo plazo", concluye.