La exposición directa al flujo de aire acondicionado puede provocar infecciones respiratorias en los pacientes oncológicos

MD Anderson Cancer Center Madrid publica un decálogo con recomendaciones y consejos para que los pacientes oncológicos puedan disfrutar del verano de la mejor forma posible

La llegada del verano es una muy buena noticia para la mayoría de la población, que relaciona estos meses del año con el merecido periodo vacacional, pero existe un porcentaje de la sociedad para el que el verano puede convertirse en un problema. El aumento de la radiación solar y el exceso de calor pueden complicar el día a día de las personas mayores y también el de los pacientes oncológicos, que se "enfrentan" al verano con una debilidad mayor que la de los sujetos sanos.

Para ayudar a estas personas a disfrutar del verano de la mejor forma posible, el Departamento de Enfermería de MD Anderson Cancer Center Madrid lanza un decálogo con recomendaciones y consejos que buscan facilitar lo máximo posible el bienestar del paciente con cáncer durante los meses de verano. Así, durante esta temporada, es muy importante intentar normalizar la situación y, si el paciente está acostumbrado a viajar, lo mejor es que continúe haciéndolo, pero ofreciéndole ciertos cuidados.

Entre las recomendaciones del decálogo, destacan la importancia de seguir la dieta mediterránea, ingerir más de cuatro o cinco piezas de fruta al día y mantener una correcta hidratación. Al otro lado, entre los "peligros" más importantes a los que deben atender estos pacientes, se encuentran el aire acondicionado y los síntomas como la colitis y la diarrea. En concreto, el decálogo incluye las siguientes diez recomendaciones:

  1. Evitar la exposición directa al aire acondicionado. La exposición directa al chorro de aire frío del aire acondicionado puede ser muy peligroso para los pacientes con cáncer, que pueden sufrir espasmos, calambres e incluso infecciones respiratorias que, en su caso, pueden complicar el tratamiento y pronóstico de la enfermedad. Además, tampoco es recomendable beber alimentos muy fríos, ya que pueden provocar también algunos de estos negativos efectos secundarios.
  2. Proteger la piel de forma integral con productos que contengan un factor de protección muy alto, mínimo de 50. Aunque es muy importante que los pacientes oncológicos se apliquen protección solar durante todo el año debido a la fotosensibilidad que pueden provocar tratamientos como la quimioterapia, el aumento de la radiación solar en estos meses hace todavía más crucial la protección integral de la epidermis. Es aconsejable evitar la exposición al sol desde las 10h a las 16h, ya que en esta franja horaria la radiación ultravioleta es mayor.
  3. Utilizar complementos como gafas de sol de calidad, sombreros o pañuelos. Además de la protección integral de la piel con cremas o aerosoles, la utilización de gafas de sol siempre de buena calidad para proteger los ojos y el uso de gorros y sombreros para cubrir la cabeza es imprescindible para lidiar de forma correcta con el problema de la fotosensibilidad.
  4. Beber más de dos litros de agua al día. Debido a los tratamientos, los pacientes oncológicos suelen sufrir problemas de sequedad e irritación de las mucosas, lo que hace que este colectivo necesite beber todavía más volumen de agua que un sujeto sano en verano para una correcta hidratación global. Aquí, González apunta a la posibilidad de cambiar el agua por una infusión y subraya que las bebidas azucaradas no pueden ser nunca una alternativa al agua.
  5. Seguir la dieta mediterránea. Una dieta equilibrada y variada compuesta por aceite de oliva, carne, pescado, verduras, etc es una de las mejores armas que tenemos para mantenernos sanos y, por ende, para mejorar la salud de los pacientes con cáncer. La anemia debido a la toxicidad de los tratamientos es uno de los efectos secundarios más comunes en estos pacientes, que tienen en una dieta mediterránea estricta la herramienta más poderosa para hacerle frente. Además, contrariamente a lo que se cree, el azúcar no "alimenta" el tumor, por lo que no tiene por qué ser desterrado de la dieta mediterránea.
  6.  Tomar más de cinco piezas de fruta y verdura al día. En verano, sudamos más y, por tanto, perdemos más agua, más sales minerales e incluso más vitaminas, una situación que puede llegar a ser peligrosa en las personas más débiles como los pacientes con cáncer. Por eso, la ingesta de frutas y verduras, una fuente muy rica en agua y vitaminas, se vuelve fundamental. Además, estos alimentos pueden incluso ayudar a los pacientes a paliar los efectos secundarios de los tratamientos.
  7. Beber café y té para evitar las bajadas de tensión. Debido a esta mayor sudoración, los pacientes oncológicos, que suelen estar más débiles y tener un peso inferior al de un sujeto sano, tienen más posibilidades de sufrir bajadas de tensión y mareos. Muchos fármacos facilitan además que se produzcan estas bajadas de tensión, por lo que es muy importante, además de una correcta hidratación, el consumo de bebidas como el café o el té.
  8. Mantener una vida activa. Hacer ejercicio físico en verano, siempre evitando las horas de máxima radiación, puede tener un efecto muy beneficioso en los pacientes con cáncer, si bien es muy importante definir qué tipo de ejercicio puede o debe hacer cada uno en función de su tipo de tumor y el estadio en el que se encuentra. Así, por ejemplo, no es lo mismo un paciente recién diagnosticado que un paciente que está en silla de ruedas, si bien en estos últimos casos también está recomendado que el paciente haga al menos la actividad de intentar levantarse de la silla. Además, otra recomendación habitual es la realización de ejercicio dentro del agua, ya que se reduce el riesgo de lesiones.
  9. Informar ante el menor síntoma de diarrea o colitis. Algunos de los efectos secundarios más comunes debido a los tratamientos oncológicos como la quimioterapia o la inmunoterapia son precisamente la diarrea y la colitis, unos síntomas que se vuelven especialmente preocupantes en verano, donde hace mucho más calor y la posibilidad de deshidratación es mucho mayor, sobre todo en pacientes mayores. Ante estos síntomas, es crucial acudir al especialista porque, pese a su severidad, su control es relativamente sencillo siempre que se conozca el tratamiento oncológico que está recibiendo el paciente.
  10. No dormir la siesta y mantener una buena higiene del sueño. Muchos pacientes oncológicos tienden a dormitar durante el día, sobre todo durante el verano, ya que el calor produce más fatiga, pero esto no es una buena idea porque se altera el ritmo circadiano y puede provocar insomnio por la noche. Así, aunque el paciente tenga que estar postrado en la cama y/o aunque no tenga ninguna actividad que realizar durante el día, es fundamental que no aumente el número de horas de sueño durante el día para poder tener un descanso adecuado durante la noche.

Con este decálogo, el Departamento de Enfermería de MD Anderson Madrid busca la normalización y la mejora de la calidad de vida de los pacientes con cáncer, todo ello con el objetivo de que la enfermedad no sea un obstáculo para disfrutar de la época estival.

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