La extensión de la enfermedad por el coronavirus COVID-19 y su llegada a España, todavía con casos aislados y poco significativos, a motivado las siguientes notas para tranquilizar a la población por parte de la mencionada organización FADSP:
- Es evidente que la infección por el coronavirus COVID-19 está siendo magnificada por los medios de comunicación. Por poner solo un ejemplo la gripe en España durante la temporada 2019-20 y según los datos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España ha tenido una incidencia acumulada de hospitalización del 32,4/100.000 (es decir más de 15.000 casos) de los que fueron graves 5.452 caos y fallecieron más de 700, básicamente personas mayores y/o con algún problema de salud previo, sin que tales cifras hayan tenido la menor relevancia pública ni los medios de comunicación se hayan hecho eco del tema.
- La nueva epidemia, por lo que se conoce hasta ahora, no tiene una mayor tasa de letalidad y es previsible que no provoque un mayor problema de salud que la epidemia de gripe estacional cuya incidencia esta en este momento en declive.
- Por otro lado, es bastante probable que acabe extendiéndose a nuestro país, porque se ha comprobado la contagiosidad de personas asintomáticas, por su aparición en países muy cercanos como Italia, por la gran movilidad de personas en el marco de la Unión Europea y porque ya hay varios casos detectados.
- Las autoridades sanitarias han señalado de manera reiterada la comparativamente baja peligrosidad de la epidemia, pero no han sabido explicar la contradicción existente entre este mensaje tranquilizador y las drásticas medidas de aislamiento impuestas a los casos y contactos detectados, que por ejemplo no se consideran en los casos de influenza.
- Por otro lado es evidente que existen muchos intereses en magnificar el peligro y que este tratamiento alarmista consigue sustanciosos rendimientos económicos.
- Entendemos que existen motivos de precaución ante una nueva enfermedad de elevada contagiosidad y de la que existe una experiencia limitada, pero ello debe de hacerse llegar con gran claridad a la población y a los medios de comunicación, evitando el alarmismo.