Es el primer hospital madrileño que utiliza esta técnica para el tratamiento del dolor agudo y permanente

La Fundación Jiménez Díaz, pionera en el tratamiento del dolor a través de la estimulación del núcleo nervioso con electrodos

Estos electrodos se implantan en la zona del ganglio sensitivo, que es donde se procesa la información que llega hasta el cerebro.
Los resultados en Bélgica y Alemania, donde se lleva aplicando hace 5 años, señalan la eficacia de este tratamiento en más del 70% de los pacientes.
Está indicado para personas con dolor intenso focalizado, como es el caso de la neuralgia posherpética o el síndrome del miembro fantasma.

La Fundación Jiménez Diaz es el primer hospital madrileño, y uno de los pioneros en España, en el tratamiento del dolor agudo y permanente a través de la estimulación del ganglio sensitivo con electrodos. Según explica el doctor Juan Carlos de la Pinta, del servicio de Anestesiología del centro sanitario, esta nueva tecnología está indicada para pacientes con dolor crónico intenso y que han agotado las posibilidades terapéuticas anteriores, como puede ser el caso de las personas con neuralgia postherpética, síndrome del miembro fantasma o dolor regional complejo entre otros.

"A corto plazo, la efectividad es muy alta. Los pacientes señalan que el dolor cede desde un primer momento, se reducen los síntomas asociados y pueden reducir la medicación, lo que representa una mejora muy importante para su calidad de vida", señala el doctor de la Pinta. Aunque la experiencia con esta técnica todavía es reducida, se estima que se han tratado cerca de 1.500 casos, en Australia, Nueva Zelanda y varios países de Europa central , donde se aplica desde hace 5 años, los datos señalan que este tratamiento es eficaz en más del 70% de los pacientes.

Un "marcapasos" del dolor

Este "marcapasos" del dolor, como lo define de la Pinta, se dirige al tratamiento del dolor focalizado. Concretamente, consiste en la implantación de electrodos sobre la raíz nerviosa, que a través de un campo eléctrico, estimula el ganglio sensitivo, que es el primer sitio  donde se procesa la información dolorosa  que llega hasta el cerebro. "La diferencia de este electrodo, respecto a otros anteriores, es la posición donde se implanta. Mientras que antes se estimulaba la zona epidural, ahora queda a nivel del ganglio sensitivo,  permitiendo así  actuar de forma más localizada".

A pesar de los buenos resultados, este especialista advierte que es un tratamiento reservado para casos de dolor crónico rebelde a otros tratamientos. "Además, y aunque la intervención se hace con anestesia local, antes del implante de electrodos hacemos un estudio psicológico para asegurarnos de que el paciente va a tolerarlo bien", concluye.

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