Según la Organización Mundial de la Salud, seiscientos millones de personas en todo el mundo son mayores de 60 años. Una cifra que se prevé que llegue hasta los 2.000 millones en el año 2050. El envejecimiento puede ser el causante de la aparición de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y metabólicas.
El dolor que producen algunos procesos degenerativos es la consulta médica más frecuente de las personas mayores, ya que suele incapacitar al paciente y, en ocasiones, no mejora con la administración de antiinflamatorios. Muchos pacientes geriátricos están polimedicados, con las consiguientes complicaciones, como la aparición de efectos adversos. La homeopatía puede ser una opción de gran utilidad en muchas de las patologías geriátricas ya que tiene la ventaja, en general, de que es un tratamiento compatible con cualquier otro tipo de fármacos que el paciente pueda necesitar.
Además, para prevenir y llegar a la vejez con un buen estado de salud físico, el médico homeópata puede estudiar el estado de salud completo del paciente determinando cuál es el sistema del organismo que más rápido está envejeciendo. De esta forma, puede administrar un tratamiento homeopático individualizado que evite que este deterioro se desarrolle a una mayor velocidad.