El 14 de marzo se celebra el Día Internacional de la Incontinencia. Según una encuesta realizada por el Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI), el 64% de las personas reconocen que la incontinencia urinaria afecta a su calidad de vida.
Esta patología no afecta solo a la vida laboral y social. De hecho, afecta también emocionalmente al paciente, ya que provoca distorsiones en su imagen corporal y produce pérdida de autoestima. Además, se suele acompañar de trastornos emocionales como la ansiedad, el estrés, el aislamiento social y la depresión.
Según afirma la Dra. Gema García Gálvez, experta de Centradaenti de TENA Lady, la incontinencia urinaria afecta a una de cada cuatro mujeres a partir de 35 años. Por ello, no debe ser motivo de vergüenza, es un problema mucho más frecuente de lo que se piensa y, además, tiene solución.
Entre otras recomendaciones, los expertos explican que es importante acudir a un fisioterapeuta de suelo pélvico para valorar y trabajar adecuadamente la resistencia de esta parte del cuerpo. Además, se debe cuidar todo aquello que suponga hiperpresión abdominal (aumento de peso, estreñimiento crónico, etc.). En caso de padecer incontinencia con urgencia, también es recomendable evitar el consumo de café, té o bebidas efervescentes.
En cuanto a la vida sexual de las mujeres con incontinencia, Natalia Domínguez, sexóloga, explica que "generalmente las personas con incontinencia urinaria viven con angustia sus relaciones sexuales y no se dan permiso ni para la excitación ni para el placer. Quizás al no sentirse a gusto con su cuerpo se dejan influir por una parte negativa y triste de ellas mismas, conectando solamente con el sufrimiento". Por ello, es importante educar sexualmente a las mujeres.