Los avances tecnológicos en salud forman parte del presente y del futuro en esta área y la inteligencia artificial (IA) es clave para facilitar una medicina que sea más precisa y segura, un punto que es fundamental en enfermedades donde el tiempo de actuación es crítico, como es el ictus. En este sentido, la IA juega un papel crucial en el diagnóstico temprano, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación del ictus, consiguiendo una mejora significativa en el pronóstico y la calidad de vida de quienes padecen esta afección.
Cada año, cerca de 120.000 personas sufren un accidente cerebrovascular en España, de los cuales el 50% queda con secuelas permanentes y discapacitantes o fallecen. Así, el ictus es la segunda causa de muerte a nivel nacional y la primera causa de discapacidad adquirida y la segunda de demencia en adultos. Sin embargo, el 90% de los casos de ictus son evitables si se hace una adecuada prevención y se lleva a cabo un estilo de vida saludable, así como señala la Sociedad Española de Neurología (SEN). Y, aunque existen métodos de diagnóstico del ictus como el método FAST (del inglés, cara, brazo, dificultad para hablar y capacidad de reacción), la inteligencia artificial (IA) puede desempeñar un papel importante en la detección temprana y la anticipación de accidentes cerebrovasculares, al analizar datos y señales clínicas de manera más eficaz y al facilitar el acceso a la atención médica en tiempo real. La combinación del método FAST con la IA puede mejorar significativamente la eficiencia y la efectividad del diagnóstico del ictus y ayudar a los médicos a tomar decisiones con mayor rapidez y eficacia. Sin embargo, es fundamental que la IA se utilice en colaboración con profesionales de la salud y se integre en el sistema de atención médica para garantizar un enfoque completo y ético en la detección y el tratamiento de la enfermedad.
"Una rápida atención médica en los casos de ictus puede marcar la diferencia en la recuperación y reducir las complicaciones a largo plazo. Gracias a los algoritmos de la IA podemos acelerar el diagnóstico y, por tanto, hacer una intervención más rápida. Esta herramienta supone, por tanto, un gran apoyo para el trabajo del personal sanitario, reduciendo las complicaciones y mejorando la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad. No obstante, es importante tener en cuenta que se trata de herramientas de colaboración y nunca sustitutivos de una persona real. Con ello lograremos una atención mejorada y todavía más personalizada", así como indica Elena Luengo, directora de Innovación de la compañía aseguradora de salud Cigna Healthcare en España.
Con motivo del Día Mundial del Ictus, los expertos explican cómo la aplicación de la IA en los casos de ictus podría ayudar a mejorar el diagnóstico, tratamiento y prevención de la enfermedad:
- Capacidad de anticipación y detección de posibles casos. Gracias al análisis de datos médicos y factores de riesgo, como la presión arterial, el historial médico y el estilo de vida, la IA es capaz de predecir qué pacientes tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus. Esto permite tomar medidas preventivas en personas de alto riesgo y la detección temprana de los síntomas y detectar casos de ictus graves de manera más eficiente, favoreciendo una intervención rápida en casos críticos. Además, esta herramienta puede supervisar en tiempo real a pacientes en riesgo de ictus, como aquellos que han tenido un episodio previo, y alertar a los médicos sobre cambios en los signos vitales o síntomas que podrían indicar un ictus inminente.
- Mayor rapidez en el diagnóstico. La IA permite analizar rápidamente imágenes médicas, como tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), para detectar signos de un ictus. Pueden detectar la presencia de coágulos sanguíneos o hemorragias cerebrales, lo que permite un diagnóstico más rápido y preciso y acelerar, por tanto, la intervención médica. Igualmente, esta herramienta facilita la telemedicina y las consultas a distancia, lo que es especialmente útil para llegar a pacientes que viven en áreas remotas o que tienen dificultades para acceder a la atención médica.
- Personalización de los tratamientos. Uno de los principales avances en salud es la integración de la inteligencia artificial como servicio al paciente a través de su uso cotidiano. Su accesibilidad y la rapidez a la hora de ofrecer información la convierten en una herramienta realmente útil. En este sentido, la IA puede ayudar a los médicos a diseñar planes de tratamiento específicos para cada paciente, desde terapias de rehabilitación hasta medicamentos específicos, teniendo en cuenta su historial médico, factores de riesgo y datos genéticos. De hecho, se están desarrollando aplicaciones de IA para ayudar en la rehabilitación de pacientes de ictus, proporcionando ejercicios y terapias personalizadas para mejorar la recuperación. Estas medidas ayudan a mejorar la efectividad de la atención y reducir las posibilidades de un segundo ictus.