Con la llegada de la pandemia de la COVID-19, la mascarilla se ha convertido en un elemento imprescindible del día a día. Uno de los aspectos claves a tener en cuenta a la hora de utilizarla es el tiempo de uso y cada cuánto es necesario sustituirla. En este sentido, el reciente análisis Tendencias Cofares sobre los hábitos de protección frente la COVID-19 revela que la mayoría de los españoles (el 82,5%) aseguran que lo tienen claro y son conscientes de las horas de recambio, demostrando así un conocimiento alto de su uso. Se detecta una mayor conciencia al respecto por parte de las mujeres (87%) frente a los hombres (78%).
A pesar del conocimiento teórico sobre el tiempo de reemplazo de la mascarilla, prácticamente el mismo porcentaje (79,8%) reconoce haber tenido olvidos en alguna ocasión, siendo de nuevo los hombres quienes más los experimentan. Cabe recordar que dependiendo del tipo de mascarilla varía el tiempo de utilización, que deberá ser marcado por el fabricante. En términos generales, el Ministerio de Consumo español determina que, para garantizar su eficacia y por tanto la protección frente a la COVID-19, las mascarillas deben reemplazarse cada cuatro horas.
La farmacia, el lugar más seguro
Preguntados por el establecimiento donde adquirir las mascarillas, el 83,8% de los españoles considera que la farmacia es el lugar más seguro y que más garantías ofrece. Este porcentaje pone de manifiesto la confianza que la población general tiene en la farmacia comunitaria en la adquisición de artículos relacionados con la salud. Tras ella, el supermercado queda como segunda opción, con un 9%, y las plataformas online como tercera, con un 7,2%.
En lo que respecta al ámbito laboral, se detecta un uso estricto de la mascarilla utilizándola durante toda la jornada. En concreto, así lo hace un 71%, mientras el 17% no la usa en su puesto por cumplirse las medidas de distanciamiento, y el 12% de los empleados lo hace dependiendo del día y de con quién se vaya a relacionar.
Buena adaptación a su uso habitual
En general, los españoles se han adaptado bien a la utilización de la mascarilla. De hecho, el 67% asegura no haber tenido ningún problema en ello o haberse adaptado más rápido de lo que esperaba. En este punto, las mujeres (39,8%) reconocen en mayor medida que los hombres (26,6%) que su uso les sigue resultando incómodo y no se adaptan a llevarlas.
Por rango de edad, son las generaciones más jóvenes las que se han adaptado más rápido al uso de la mascarilla o no han tenido problemas para ello. Así lo asegura el 74,2% de los encuestados de la generación Z (18-25 años), el 67,3% de los millennials (26-35 años), el 60,7% de la generación X (36-55 años) y el 65% de los boomers (más de 55 años).
Agua y jabón para la limpieza de manos
Más allá del uso de la mascarilla, el análisis ha evaluado también las preferencias de los españoles en cuanto a higiene de manos. Así, se ha detectado que el 75% de los encuestados prefiere utilizar agua y jabón antes que gel hidroalcohólico.
Además, no ha habido grandes cambios en la frecuencia de toma de temperatura a raíz de la pandemia. A nivel global, el 53% afirma no tomarse más frecuentemente la temperatura y de nuevo son los más jóvenes quienes se muestran más sensibles al respecto, de acuerdo a los resultados. Son los encuestados de la generación Z (61%) y los millennials (59%) los que más han incrementado la frecuencia de toma de temperatura, frente al grupo de la generación X (40%) y los boomers (26%).