Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han comprobado que la melatonina sirve para controlar el aumento de peso, incluso sin reducir la ingesta de alimentos, y mejora el perfil lipídico en sangre.
La melatonina, una hormona natural que segrega el propio cuerpo humano, se encuentra en pequeñas cantidades en algunas frutas y verduras como el hinojo y las cerezas y en algunos frutos secos (pipas de girasol y almendras, por ejemplo). Por tanto, el consumo habitual de estos alimentos podría ayudar a controlar el peso y a prevenir las enfermedades cardiovasculares asociadas a la obesidad y la dislipidemia.
Los autores de este trabajo creen que, según se desprende de sus resultados, es previsible conseguir un descenso de la incidencia de enfermedades relacionadas con la obesidad y diabetes (cardiovasculares, entre las principales) que disminuyen la calidad y esperanza de vida de los obesos. La administración de melatonina y la ingesta de alimentos que la contienen podrían ser una herramienta que ayudase a combatir la obesidad y los factores de riesgo asociados a la misma.