La microbiología de la leche materna, vital para la salud de los lactantes

El agua de mineralización muy débil, por su bajo residuo seco, respeta la composición natural de las fórmulas adaptadas para lactantes
El seminario "Alimentación e hidratación del lactante, el niño y el adolescente", organizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz, aporta las pautas para la correcta hidratación y alimentación de niños y jóvenes

Organizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz para profesionales de la salud, se ha celebrado en el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid el seminario "Alimentación e hidratación del lactante, niño y adolescente", dentro del Plan de Nutrición y Salud de Calidad Pascual. Siete expertos en la materia aportaron pautas esenciales para la correcta hidratación y alimentación de lactantes, niños y adolescentes.

Juan Miguel Rodríguez Gómez (del Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos, de la Facultad de Veterinaria de la Complutense) destacó que la microbiología de la leche humana juega un papel esencial para la salud del binomio madre-hijo, en los aspectos bioquímicos, inmunológicos y microbiológicos. El doctor Rodríguez Gómez afirmó que este fluido representa uno de los factores clave en el traspaso de bacterias beneficiosas y el desarrollo de microorganismos fundamentales para el niño, que se transmiten a través de la lactancia.

Luis Sánchez Santos (Pediatra del Centro de Salud de Azrúa, de Santiago de Compostela) hizo un llamamiento a la promoción de la lactancia materna basándose en datos de la Organización Mundial de la Salud, Unicef y especialistas en pediatría y nutrición infantil, que recomiendan la lactancia como único alimento, al menos durante los seis primeros meses de vida debido a sus beneficios nutricionales, inmunológicos y psicológicos. El doctor destacó que hoy existen demasiadas barreras para la lactancia, como el desconocimiento, la promoción insuficiente o la falta de planes de acogida para parturientas en muchos centros.

María Jesús Domínguez (Presidenta de la Asociación de Matronas de Madrid) corroboró las afirmaciones del doctor Sánchez Santos, resaltando que la escasez de casos de inicio y las altas tasas de abandono precoz de la lactancia son hoy un problema de salud pública. Ante ello, destacó la importancia de fomentar la concienciación de la mujer y la familia sobre los beneficios de la lactancia materna como medio para aportar a los niños las vitaminas y nutrientes adecuados.

Miriam Hernández (Enfermera de Atención Primaria, Máster por la Universidad Autónoma de Madrid en Cuidados Perinatales y en la Infancia) ahondó en los casos en que las madres no pueden o no quieren alimentar a sus hijos con su propia leche. Hernández explicó que para satisfacer las demandas nutricionales del niño durante la lactancia artificial es necesaria la correcta preparación de biberones con las adecuadas fórmulas para lactantes, haciendo uso de agua de mineralización muy débil para no alterar la composición de la leche y proteger el sistema digestivo y renal del lactante, tan inmaduros durante esa etapa.

A este respecto, Elena Garea (Responsable de Nutrición y Salud de Calidad Pascual) expuso en su ponencia las propiedades del agua, haciendo hincapié en sus distintos tipos y características, desde las de abastecimiento público a las de manantial o minerales naturales. Aclaró que, para aprovechar al máximo sus beneficios, es necesario fomentar en los menores el hábito del consumo de agua como principal fuente de hidratación.

Venancio Martínez Suárez (Pediatra del Centro de Salud El Llano, de Gijón y Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extra Hospitalaria y de Atención Primaria) se centró también en los casos en que el niño no recibe leche materna, afirmando que existen fórmulas adaptadas que ofrecen una alternativa segura para el infante. Además, resaltó la importancia de la hidratación del niño a través del uso de aguas de mineralización muy débil en la etapa de alimentación complementaria.

Jesús García Pérez (Pediatra, especialista en Pediatría Social y en Cuidados Intensivos) centró su ponencia en la hidratación en la infancia y la adolescencia, desmontando mitos en torno al agua. García Pérez explicó que en la infancia y la juventud hay que prestar especial atención a la ingesta de líquidos pues, junto con los ancianos, los jóvenes son los más vulnerables a la deshidratación. Destacó que los niños no son capaces de identificar los síntomas de la deshidratación, por lo que los adultos deben prestar atención ante las pérdidas de agua y suministrar líquidos a los menores con frecuencia.

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