Obesidad, una epidemia del siglo XXI

La mínima invasión de los últimos tratamientos contra la obesidad reducen el riesgo para los pacientes

Una técnica novedosa y de vanguardia consiste en la colocación de un pequeño balón que se ingiere con un trago de agua. Una vez tragado, se llena de suero fisiológico y poco a poco se va degradando hasta eliminarlo
A partir de los 15 kilos de sobrepeso ya está indicado el balón gástrico, entre los 30 y 40 kilos  técnicas aplicadas por endoscopia y a partir de los 40 kilos, la cirugía bariátrica
La obesidad es un problema de salud y no estético que se ha convertido en una epidemia real, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo
A la hora de afrontar la obesidad desde el punto de vista clínico, hay dos  puntos de partida de referencia: el índice de masa de corporal (IMC) y el número de kilos a bajar
La obesidad favorece la aparición de otras enfermedades y patologías como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia (colesterol alto), todos ellos factores de riesgo cardiovasculares que pueden provocar un evento cardiovascular como un infarto o un ictus

"El punto de partida es esencial: la obesidad es un problema de salud y no estético". Ese es el origen de la conferencia impartida por Isabel Martínez, coordinadora de la Unidad de Obesidad del hospital QuirónSalud Bizkaia, el miércoles, 21 de junio, a partir de las 19.00 horas, en la biblioteca de Bidebarrieta, en el marco del programa divulgativo Encuentros con la salud. Profundizando en esa idea, la especialista subraya que "se trata de una epidemia real, sobre todo en países desarrollados o en vías de desarrollo."

¿Cuáles son los problemas de salud asociados a ese exceso de kilos? Isabel Martínez puntualiza que "la obesidad favorece la aparición de otras enfermedades y patologías como la diabetes, la hipertensión o la hipercolesterolemia (colesterol alto), todos ellos factores de riesgo cardiovasculares que pueden provocar un evento cardiovascular como un infarto o un ictus". A ello, añade la especialista, "hay que añadir posibles problemas osteoarticulares de rodillas, tobillos, etc."

A la hora de afrontar un problema de obesidad desde el punto de vista clínico, Isabel Martínez considera "dos  puntos de partida de referencia: el índice de masa de corporal (IMC) y el número de kilos a bajar. Esos son los criterios habituales, fijados según las pautas establecidas por las guías de buenas prácticas clínicas, tanto nacionales como internacionales".

Según esta documentación de referencia, "está indicada una técnica u otra. Así, para bajar una media de 15 kilos puede hablarse ya de un balón gástrico". En este rango, la especialista expone una técnica novedosa y de vanguardia. "Se trata de un pequeño balón que se ingiere con un trago de agua. Una vez tragado, se llena de suero fisiológico. Poco a poco se va degradando y acabas eliminándolo por las heces".

Si la persona afectada ha de bajar una media de entre 20-30 kilos, "una de las opciones más innovadoras es la técnica POSE, se trata del primer procedimiento sin incisiones para la reducción definitiva del estómago, al que se accede desde la boca. La técnica, denominada Cirugía Primaria Endoluminal de la Obesidad (POSE, por sus siglas en inglés), se lleva a cabo mediante un endoscopio específico que permite acceder y manipular el estómago por vía oral, plegando la zona denominada fundus gástrico". Estos pliegues se suturan reduciendo así el tamaño del estómago. "La reducción del estómago disminuye su capacidad para almacenar la comida, ralentiza la velocidad de su vaciado y merma las ganas de comer, por lo que se consigue que la sensación de saciedad llegue antes", explica Isabel Martínez.

En este mismo ratio de adelgazamiento, o quizá un poco mayor  de entre 30 y 40 kilos "se emplea la técnica Apollo, una técnica poco invasiva que se realiza por vía oral, mediante endoscopia, que no requiere cirugía y no deja cicatrices externas". ¿Qué efecto produce?, cabe preguntarse. "La reducción del estómago disminuye su capacidad para almacenar la comida y ralentiza la velocidad de su vaciado. El paciente se sentirá saciado antes y, siguiendo las indicaciones del especialista, logrará una pérdida de peso constante. Otros beneficios asociados son: disminución de la presión arterial y del riesgo de sufrir enfermedades cardiacas y una mejora generalizada de tu calidad de vida".

Por encima de esta obesidad, "si una persona tiene IMC superior a  35 kilos, pero asociado  enfermedades graves (diabetes, hipertensión), la cirugía de la obesidad se presenta como una solución eficaz y probada a medio y largo plazo para reducir el peso a valores normales". Partiendo de la base de que "cada paciente requiere un procedimiento u otro según sus características",  Isabel Martínez habla de las dos indicaciones más comunes: "el bypass gástrico laparoscópico, que realiza una restricción importante con una malabsorción discreta, mediante la sección del estómago en su parte superior, dejando una pequeña cámara donde entran los alimentos y desde donde pasan directamente al intestino delgado, habiendo constituido un "bypass" de aproximadamente 150 cm. Con el bypass gástrico se obtienen unas pérdidas de peso algo mayores que con las técnicas restrictivas, y las enfermedades acompañantes a la obesidad suelen remitir en mayor grado".

La segunda técnica reseñada es la Sleeve gastrectomy, "una operación también denominada gastrectomía vertical, manga gástrica o tubo gástrico consiste en recortar el estómago hasta construir un tubo logrando limitar hasta en un  80% la capacidad del estómago sin realizar cambios en el intestino".

Tal y como asevera la experta de QuirónSalud "las ventajas de realizarlos por laparoscopia son una rápida recuperación postoperatoria y recuperación de la función intestinal, la reducción del dolor y la reducción del tiempo de hospitalización".

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