Las personas de edad avanzada tienen un sueño más ligero y la incontinencia urinaria es uno de los motivos más frecuentes de despertares durante el descanso. De hecho, la mitad de todos los ancianos que tienen incontinencia sufren insomnio, acumulando un déficit de horas de sueño preocupante.
A esta edad, se recomienda dormir entre seis y siete horas y la falta de descanso es un factor que incide directamente sobre la calidad de vida de estos pacientes.
Por ello, es necesario aconsejar a esta población una serie de indicaciones para mejorar la calidad y cantidad del descanso diario. En este sentido, se aconseja mantener el dormitorio oscuro, tranquilo, bien ventilado y con una temperatura ambiental confortable. El colchón no debería ser ni demasiado blando ni demasiado duro y la almohada debe tener el grosor adecuado según se duerma de lado o boca arriba.
Por otra parte, también es importante hacer algo de ejercicio, pero no antes de acostarse, y llevar una vida ordenada con un horario constante, además de cenar ligero para evitar la pesadez de estómago. Un absorbente de calidad puede tranquilizar al paciente sobre posibles escapes.