La mortalidad en el sector agrario español se ha incrementado un 237% en 2020 respecto al mismo periodo de 2019

Los principales peligros en el sector son el uso de maquinaria pesada, la manipulación de productos químicos, el contacto con animales, y la exposición a temperaturas ambientales extremas

El sector agrícola es, junto al de la industria y la construcción, uno de los sectores que lidera históricamente en España el índice de incidencia en accidentes laborales.

La siniestralidad en el sector agrario y ganadero ha estado siempre por encima de la incidencia total media en España pero en la última década esa brecha se ha incrementado pasando de estar un 5,7% por encima de la media en 2009 a un 64,8% en 2019, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social.

En España en 2019 se produjeron en el sector agrario 37.091 accidentes de trabajo con baja durante la jornada, y en lo que llevamos de 2020 ya se ha experimentado un incremento de un 237,5% de accidentes mortales en el sector agrícola respecto al mismo periodo del año anterior, según las mismas fuentes.

"Este incremento en el número de fallecidos en el sector junto con el continuado aumento de la incidencia respecto a la media en España es lo que nos ha motivado a redactar esta guía específica para contribuir a frenar esta siniestralidad y ayudar en la gestión de la prevención laboral", ha explicado José Luis Cebrián, responsable de Prevención en la mutua umivale.

Esta guía detalla los principales riesgos y medidas preventivas tanto en el sector agrario como en el ganadero, relacionados con el uso de maquinaria, manipulación y almacenamiento de sustancias peligrosas, los trastornos musculoesqueléticos, los riesgos de caídas o aplastamientos, los golpes de calor e incluso las medidas de prevención en las explotaciones ante la COVID-19.

"Las características específicas del sector como la diversidad de tareas, el trabajo con maquinaria pesada y animales, el uso de productos fitosanitarios y otras sustancias químicas, las elevadas exigencias de carácter físico de las tareas propias de la actividad, realizadas en ocasiones con exposición a temperaturas ambientales extremas, el aislamiento en el lugar de trabajo, etc, ocasionan una gran variedad de riesgos laborales a los cuales están expuestos las trabajadoras y trabajadores y que deben abordarse de una forma adecuada", subraya Cebrián.

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