Con motivo del inicio para muchos españoles de las vacaciones de verano, la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (SEICAP) advierte de los riesgos que asumen los niños en las vacaciones de verano. Entre ellos, destaca el olvido de la medicación de rescate, la exposición a alimentos nuevos o con ingredientes desconocidos o el alojamiento en ambientes con alérgenos u otros tóxicos. Según los datos de la SEICAP, uno de cada cinco niños tiene alergia, uno de cada diez es asmático y entre el 3 y el 8% tienen alergia a alimentos. Estas cifras aumentan cada año.
Según los expertos, los niños alérgicos al salir de vacaciones deberían llevar un botiquín de rescate. Este botiquín debe incluir, según indica el Dr. Carles Lucas, del Grupo de Trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP, un "antihistamínico, en el caso de los niños con rinitis o conjuntivitis; el inhalador, en el caso de los asmáticos, y el antihistamínico, el corticoide o la adrenalina autoinyectada para alérgicos a alimentos, látex o picaduras de abejas o avispas".
Los síntomas que pueden experimentar los pequeños tras entrar en contacto con el alérgeno son, según el Dr. Lucas, "urticaria, angioedema, asma, rinitis, conjuntivitis, síntomas digestivos o reacciones de anafilaxia".
Otra de las precauciones que deben tomarse durante las vacaciones es la de evitar viajar a ambientes contaminados. "Estos pueden ser perjudiciales para los niños con problemas respiratorios. Es importante buscar un ambiente limpio y que no tenga demasiados objetos que puedan acumular polvo, como las moquetas, sillones, etc. También es importante tomar precaución en ambientes húmedos como vestuarios de piscinas donde pueden aparecer hongos", aconseja el experto.