La Sociedad Española de Medicina Interna investigará, en diez hospitales españoles, la eficacia de anakinra en la neumonía grave por COVID-19

Según los datos recopilados, alrededor de un 20% del total de los pacientes desarrollan el "síndrome de tormenta de citoquinas"
Si los datos preliminares son confirmatorios, los médicos podrían solicitar su empleo como uso compasivo

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado el primer ensayo clínico en España en el que se investigará la eficacia y la seguridad de Kineret® (anakinra). Este fármaco, para tratar enfermedades autoinflamatorias, podría reducir la respuesta inflamatoria exagerada y la neumonía en pacientes graves por COVID-19 con el "síndrome de tormenta de citoquinas". El ensayo clínico, financiado por la compañía biofarmacéutica Sobi, es una iniciativa del Grupo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y se llevará a cabo en diez hospitales españoles.

El estudio se ha fijado dos objetivos principales: evaluar el efecto de anakinra añadido al tratamiento estándar, en la necesidad de ventilación mecánica en pacientes con neumonía grave causada por COVID-19 y tormenta de citoquinas; y analizar el efecto del fármaco sobre la mortalidad en pacientes con neumonía grave causada por COVID-19 y tormenta de citoquinas.

Según los datos recopilados por los diez hospitales participantes en el estudio, alrededor de un 20% del total de sus pacientes con COVID-19 desarrollan esta "tormenta de citoquinas". Las observaciones clínicas actuales apuntan a que, tras una primera fase vírica causada por la infección por SARS-CoV-2, en un subgrupo de pacientes se activa el sistema inmune generando una respuesta inmunitaria excesiva y descontrolada (tormenta de citoquinas). Esta respuesta se asocia con una hiperinflamación y la aparición del síndrome de insuficiencia respiratoria aguda o Síndrome de Distrés Respiratorio del Adulto (SDRA), que se ha descrito como la principal causa de mortalidad por COVID-19. En España, el SDRA –que conlleva hospitalización e ingreso en la UCI– lo ha padecido el 4,8% de entre los primeros 18.609 casos con información completa de los que se dispone.

El ensayo clínico puesto en marcha tras el visto bueno de la AEMPS está liderado por la Dra. Patricia Fanlo, coordinadora del GEAS y de la Unidad de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas del Complejo Hospitalario de Navarra, y se llevará a cabo en 10 hospitales españoles: el Hospital Clínico Universitario de Santiago, el Hospital Universitario Son Espases de Mallorca, el Complejo Hospitalario de Navarra, el Hospital La Fe de Valencia, el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, el Hospital Clínic de Barcelona, el Hospital La Paz de Madrid, el Hospital Clínico Universitario Lorenzo Blesa de Zaragoza, el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

La experta explica que, según datos recientes en varios países, un subgrupo de pacientes con COVID-19 muestra una elevación muy marcada de parámetros inflamatorios. En ese grupo, existe una importante liberación de citoquinas proinflamatorias, incluidas la interleuquina (IL-1) y la interleuquina (IL-6). "La IL-1 tiene una importante relevancia patogénica dado que promueve la cascada inflamatoria e induce asimismo la síntesis de varios genes inflamatorios como la IL-6. En este sentido, este antagonista recombinante del receptor de la IL-1 podría reducir la tormenta de citoquinas desencadenada y prevenir la necesidad de ventilación mecánica en los pacientes graves".

Por su parte, Juan Vila, director médico de Sobi en España y Portugal, ha explicado que "una de las hipótesis sobre la enfermedad es que la interleuquina 1 (IL-1) es una de las citoquinas clave en la respuesta inflamatoria excesiva y descontrolada que están sufriendo algunos de los pacientes que han desarrollado neumonía por COVID-19". En este sentido, indica que "este antagonista del receptor de la IL-1 ha sido utilizado con buenos resultados en el tratamiento de cuadros que desarrollan un síndrome similar a lo que sucede en el COVID-19 en la fase inflamatoria y en los estados graves. Por ello, desde GEAS y Sobi se ha considerado que podría tener un papel beneficioso en el tratamiento de la infección por COVID-19".

El ensayo clínico constará de tres fases: la primera consistirá en un periodo de selección, una segunda de tratamiento de dos semanas y la tercera de seguimiento de dos semanas más. El periodo de tratamiento de dos semanas es abierto y los pacientes serán asignados al azar al tratamiento con este antagonista del receptor de la IL-1 añadido al tratamiento estándar o tratamiento estándar solo en una proporción de 1:1. Se administrará en infusiones intravenosas cuatro veces al día (100 mg/6 horas) durante un máximo de 15 días, según el estado de salud del paciente y la opinión clínica de los expertos. El criterio de valoración primario será evaluado en el día 15 y el 28.

Desde GEAS y Sobi se espera que los resultados finales del estudio clínico en base a esos objetivos estén disponibles en unos meses, aunque se cuenta con obtener un análisis preliminar en apenas unas semanas. Y, si se demuestra la utilidad del medicamento en esta enfermedad, los médicos podrían solicitar su empleo como uso compasivo cuando fuese necesario, dado que es un medicamento que está comercializado en España desde 2002.

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