Las dietas détox y los ayunos prolongados, ineficaces para lograr y mantener una buena salud hepática

La clave para mantener un hígado y un intestino sanos es seguir una dieta saludable y equilibrada en la que se reduzca el consumo de azúcares, grasas insanas o harinas refinadas

Llevar una dieta sana y equilibrada es clave para gozar de una buena salud. Sin embargo, no siempre sabemos exactamente qué es lo que se considera sano ni dónde se encuentra el equilibrio en cuanto a las raciones que tomamos semanalmente de cada alimento. Si a este desconocimiento le sumamos que padecemos una enfermedad hepática inflamatoria y autoinmune como la colangitis biliar primaria (CBP), la colangitis esclerosante primaria (CEP) o la hepatitis autoinmune (HAi), una alimentación correcta resulta totalmente indispensable.

Para ayudar a las personas que padecen este tipo de enfermedades a controlar mejor su patología, la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Biliares Inflamatorias (Albi-España) ha puesto en marcha una serie de webinars donde, a través de diferentes especialistas, darán claves para llevar una vida sana y ofrecerán información actualizada sobre patologías hepáticas poco frecuentes como la CBP, la CEP o la HAi. En el celebrado este lunes, la dietista nutricionista Marina Reina, del centro de nutrición y deporte Hoy Empiezo, se ha centrado en la relación entre la salud hepática y la alimentación, desmontando los numerosos mitos que hay en torno a este tema.

En los últimos años, se han hecho muy populares las llamadas dietas détox y practicar ayunos durante periodos de tiempo muy prolongados con la falsa creencia de que ello mejora nuestra salud y logra que nuestro cuerpo trabaje de una manera más natural. Sin embargo, esta especialista considera que "la dieta détox es un concepto que deberíamos desechar porque nuestro cuerpo ya tiene mecanismos para detoxificarnos. Cuanto menor sea la cantidad de cosas perjudiciales en nuestra dieta, más fácil será para el organismo limpiarse y hacer esa detoxificación natural". Así, la clave está en que el hígado no esté sobresaturado de azúcares, grasas insanas y harinas refinadas, cuyo consumo en exceso no es saludable ni siquiera en sujetos sanos.

Asimismo, Reina considera que es importante evitar también el consumo de concentrados de productos naturales de venta en herbolarios. Así, por ejemplo, aunque el consumo de una pequeña cantidad de cúrcuma de forma natural en las comidas podría incluso tener propiedades antiinflamatorias discretas y ser beneficioso, su consumo de forma concentrada podría ser perjudicial e incluso interferir con algunos fármacos. "Hay que tener cuidado y consumir estos productos solo en su presentación natural y en pequeña cantidad", destaca.

Patologías autoinmunes e intestino, estrechamente relacionados

El intestino se trata de una importante barrera que tiene nuestro cuerpo para hacer frente a una larga lista de agentes patógenos externos, por lo que es esencial que se mantenga fuerte, sano y preparado para enfrentarse a ellos, máxime si padecemos una enfermedad autoinmune. Así, Reina ha querido hacer hincapié en la relación que existe entre estas enfermedades autoinmunes y la salud intestinal. "El intestino suele ser un punto débil en las enfermedades autoinmunes. En personas con enfermedades de este tipo suele haber daño intestinal; de hecho, muchas de estas patologías autoinmunes están relacionadas entre sí", recoge la especialista.

Para preservar la salud del intestino, es vital llevar una alimentación que no promueva la inflamación del organismo y que potencie el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Por este motivo, existen alimentos como las carnes rojas, los azúcares libres o los alimentos cargados de grasas poco saludables que, más que prohibir, habría que consumir "de manera muy esporádica, 3 o 4 veces al mes en el caso de las carnes rojas y menos de 20g al día de azúcares libres al día", apunta esta especialista. "Lo único prohibido es el alcohol porque no aporta nutricionalmente y tiene una gran capacidad de destrucción del hígado", enfatiza.

El caso de los lácteos requiere una especial mención. "Se habla mucho de la lactosa y no es tanto la lactosa como la caseína (proteína) de la leche la que puede estar produciendo problemas intestinales, a nivel de su digestión y metabolismo". Actualmente, de hecho, se está investigando la relación entre las enfermedades autoinmunes y la influencia de la caseína a nivel intestinal.

Los alimentos aliados de la salud hepática

Además de hablar de los alimentos cuyo consumo habría que evitar o espaciar con el objetivo de mejorar la salud intestinal y hepática, la dietista nutricionista ha querido destacar también el papel de algunos alimentos que pueden servir de aliados. "Las legumbres son una proteína vegetal de calidad y, al contrario de las proteínas animales, no tiene apenas grasas, lo que facilita su digestión; además, a nivel intestinal es muy saludable por las sustancias que contiene, como la rafinosa y la estaquiosa", apunta. Además, los alimentos con propiedades antioxidantes y los alimentos ricos en fibra como, por ejemplo, la avena, los espárragos, los puerros o la cebolla, juegan también un papel vital para el funcionamiento normal del intestino.

Como punto final a su exposición, se ha querido poner en valor y destacar la importancia del trabajo de los nutricionistas y dietistas para mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades hepáticas autoinmunes e inflamatorias. "Es importante que los pacientes tengan una pauta elaborada por un dietista nutricionista, para evitar contradicciones y que la dieta sea realmente útil en este tipo de pacientes".

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