Sexto Foro de Transformación Sanitaria, organizado por Deusto Business School Health

Las noticias triunfalistas sobre los avances en cáncer enmascaran el carácter sombrío de algunas situaciones haciendo ver que hay soluciones para todo

Ana Casas, oncóloga médica, mujer afectada y presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer

Anunciar una recaída en el cáncer es extremadamente difícil de comunicar desde la perspectiva profesional ya que marcan una inflexión importante en las expectativas y el pronóstico del paciente
Hablando de comunicación entre pacientes y profesionales, el encuentro interpersonal que se establece en el entorno de la enfermedad nunca podrá ser sustituido por la inteligencia artificial
Medicina personalizada: Cada vez se saben mejor las alteraciones a nivel interno de las células que conducen al cáncer y cuáles son las vías que se alteran. A partir de ahí, se empiezan a desarrollar nuevas moléculas dirigidas puntualmente a alteraciones específicas, con mayor efectividad y menor toxicidad

El paciente como un agente activo en los cuidados de la salud. Ese es el punto de vista manejado por Ana Casas, oncóloga médica del Hospital Virgen del Rocío, coordinadora del RRII Grupo SOLTI de Investigación en Cáncer de Mama, directora general de Asociaciones de Pacientes del Colegio de Médicos de Sevilla y presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer. En el ámbito del sexto Foro de Transformación Sanitaria, organizado por Deusto Business School Health, la especialista se pregunta "¿Tiene límites el proceso de comunicación entre pacientes y profesionales? En la práctica profesional los pacientes son nuestros auténticos maestros."

La especialista puntualiza en su discurso cómo "la comunicación entre pacientes y profesionales sanitarios debe ser un proceso continuo a lo largo de toda la trayectoria de la enfermedad. El conocimiento y el interés del paciente van marcando las pautas de una mayor o menor intensidad y profundidad en la comunicación. No obstante, hay situaciones evolutivas de la enfermedad, como la recaída en el cáncer, especialmente difíciles de comunicar desde la perspectiva profesional ya que marcan una inflexión importante en las expectativas y el pronóstico del paciente. La realidad del cáncer en estadios avanzados es muy compleja y aunque el panorama afortunadamente está cambiando, enfrentarse a ella, tanto desde la perspectiva del paciente como la del oncólogo, es devastador".

Alerta la experta, mujer afectada por un cáncer, sobre cómo "es relativamente frecuente que noticias triunfalistas sobre los avances en cáncer, lleguen a enmascarar el carácter sombrío de algunas situaciones clínicas, haciendo ver que ya hay soluciones para todo. De este modo, los pacientes no puedan llegar a percibir por si mismos la trascendencia. Es en ese momento, cuando el papel del profesional se hace especialmente crucial. Percibir la situación que está viviendo el paciente para ir proporcionando una información valiosa sin crueldad y sin daño, es un reto de extraordinaria importancia".

"El interés del paciente por conocer los detalles de su enfermedad y cómo va a verse afectada su evolución y la repercusión de los tratamientos en su calidad de vida es fundamental para una buena gestión de la enfermedad. Un paciente formado y responsable será siempre un paciente activo y será un paciente que estar alerta a los síntomas que puedan indicar una inflexión de su proceso, propiciando asi un diagnóstico más temprano y una mejor solución terapéutica", explica Ana Casas.

"El paciente activo", prosigue, "es quien va a manifestar una participación más eficaz a lo largo de todo el proceso de la enfermedad. Un paciente activo, bien formado, va a interactuar mucho mejor con los profesionales que le atienden y con el propio sistema sanitario. Va a favorecer una mejor gestión de su propia enfermedad, advertir de nuevos síntomas y comunicar al profesional los efectos adversos del tratamiento. Controlará directamente la solución para pequeños problemas del día a día, evitando una utilización inadecuada de los recursos sanitarios. En definitiva, un paciente activo va a formar un buen tándem con el profesional propiciando un proceso de elaboración conjunta de toda la trayectoria de la enfermedad. Ambos salen beneficiado en este cometido".

Así, la experta asume que "en la comunicación entre pacientes y profesionales, el encuentro interpersonal que se establece en el entorno de la enfermedad nunca podrá ser sustituida por la inteligencia artificial. Por difícil que pueda parecer en ocasiones, es de una extraordinaria importancia que los pacientes lleven siempre las riendas de su enfermedad y el control de su vida a lo largo de todo el proceso".

Ana Casas matiza que "nunca debería perderse la oportunidad de participar en un Ensayo Clínico, llegado el momento. Pero hay que entrar bien informada y con confianza absoluta en el profesional que te atiende. Tampoco hay que pensar que necesariamente una paciente tiene que entrar en un Ensayo Clínico para conseguir un buen tratamiento".

La presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer subraya que "especialmente en Oncología, cada vez se saben mejor las alteraciones a nivel interno de las células que conducen al cáncer y cuáles son las vías que se alteran. A partir de ahí, se empiezan a desarrollar nuevas moléculas dirigidas puntualmente a alteraciones específicas, con mayor efectividad y menor toxicidad y nos movemos en un entorno de oncología personalizada, de precisión".

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