Actualmente en España las mujeres tienen a su primer hijo, de media, a los 31,8 años, la edad más avanzada de toda Europa, según datos de Eurostat. Junto con otras causas de tipo ambiental y sociodemográfico, la edad tardía es el factor más importante que explica el incremento progresivo de los problemas de fertilidad en las parejas españolas, hasta el punto de que se estima que un 15% de todas las parejas se encuentran con dificultades a la hora de conseguir ser padres por primera vez, lo que tiene como consecuencia una demanda creciente de la asistencia reproductiva.
"La demanda de las técnicas de reproducción asistida es claramente creciente, y muchas veces los recursos no resultan suficientes para absorberla, lo que acaba generando en muchos lugares listas de espera de meses, e incluso años", explica la doctora Corazón Hernández Rodríguez, responsable de la Unidad de Reproducción Humana Asistida (URHA) del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud (HUFJD), que añade que actualmente hay en España "en torno a un millón de parejas demandantes de asistencia reproductiva".
Hernández Rodríguez es una de las participantes en la jornada "Gestión y Optimización de recursos y resultados en reproducción asistida", que se ha celebrado hasta hoy en el HUFJD, y que ha contado con la participación de numerosos especialistas de otros centros sanitarios públicos y privados.
Al final la principal conclusión del encuentro es que el futuro de la reproducción humana asistida debe pasar por un mayor uso de las nuevas tecnologías y por una cada vez mayor comunicación online con los futuros padres, potenciando las consultas no presenciales cuando realmente la visita al hospital no aporta valor al proceso, lo que permite reducir los plazos de forma sensible y, a la postre, hacer posible que un mayor número de parejas acceda a la reproducción asistida en mejores condiciones para conseguir el embarazo.
Más tratamientos y menor lista de espera
En este sentido, la doctora Hernández ha presentado los resultados de un programa piloto de valoración no presencial de pacientes infértiles, puesto en marcha en 2013 en el Hospital , y que ha conseguido aumentar en un 46% los tratamientos de reproducción asistida con fecundación in vitro y en un 76% las inseminaciones artificiales.
"Además, gracias a este programa de telemedicina, y sin necesidad de recursos adicionales, hemos logrado rebajar nuestra lista de espera para la primera consulta desde los 174 días de 2013 hasta los 74 días de la actualidad, una de las cifras más bajas de la red sanitaria pública".
Este programa, en concreto, ha permitido incrementar el número de pacientes diagnosticados y tratados, haciendo posible un incremento del 62% en las primeras visitas, y todo ello "manteniendo unas tasas óptimas de gestación del 40% en cada ciclo de fecundación in vitro". "Para conseguirlo hemos apostado por hacer a las parejas partícipes y corresponsables de su propio proceso, y de hecho nueve de cada diez parejas han decidido participar en este nuevo esquema asistencial", añade.
Además, sin la rebaja de plazos que ha hecho posible este programa, no hubiera sido posible atender a un 11% de las pacientes que hubieran cumplido 40 años (la edad límite para la prestación en la sanidad pública) dentro del periodo de la lista de espera anterior.
En definitiva, este tipo de programas, junto con los importantes avances terapéuticos y tecnológicos que se están registrando en este ámbito de la medicina, dibujan un futuro en el que la demanda, tanto de personas con problemas de fertilidad como de los nuevos modelos de familia (monoparentales y homosexuales), va a estar mucho mejor atendida, tanto en plazos como en resultados.
"El actual desequilibrio entre los recursos disponibles, tanto en el ámbito público como en el privado, y la demanda creciente, nos obliga a todos a asegurar que todas las actuaciones, tanto farmacológicas como de procedimientos empleados en cada caso, sean lo más coste-efectivas posible", añade la doctora Hernández.
Otra de las conclusiones del encuentro es la importancia de reducir la variabilidad en la práctica clínica en este ámbito. "Reducir esta variabilidad es una de las herramientas principales a la hora de incrementar nuestra eficiencia en la gestión de los recursos, por lo que tenemos que trabajar tanto en poner en marcha protocolos de mejora como en activar aquellas estrategias que resulten más novedosas y eficientes en este sentido", destaca por su parte el doctor Manuel Albi, responsable del Departamento de Ginecología y Obstetricia de los Hospitales HUFJD, Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro y General de Villalba.