Las personas mayores que viven en España van a beneficiarse de una Estrategia Nacional para combatir el problema de la soledad. La iniciativa va encaminada especialmente a las alrededor de dos millones de personas de más de 65 años que viven solas, de las cuales el 80% son mujeres, y que en algunos casos perciben la soledad como un tipo de "maltrato".
Así se ha puesto de manifiesto este miércoles en Madrid durante la jornada ‘La soledad y el aislamiento no deseado en las personas mayores', organizada por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) y que se ha celebrado en la sede del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).
El presidente de CEOMA, Ángel Quesada, desgranó la soledad que viven las personas mayores y advirtió de que se trata de un tipo de "maltrato" hasta el punto de considerar que incluso el silencio puede suponer una forma más de desconsideración hacia la tercera edad. "Si alguien te pide algo y no le contestamos ya es un maltrato, se hace como si no existiera esa persona", declaró en la inauguración de la jornada.
Junto a Quesada, la directora general del Imserso, Carmen Orte, explicó que las cerca de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas en España no son las únicas que sienten la soledad por vivir sin compañía, pues "tú puedes estar viviendo en una residencia rodeado de gente pero, en realidad, estar más solo que la una".
Orte anunció que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ultima una Estrategia Nacional contra la Soledad de las personas mayores que se centrará en la proximidad. Para ponerla en marcha ha constituido un foro con el Tercer Sector que se reunirá en enero para terminar de definir el proyecto.
La novedad de la estrategia es que se apoyará en la proximidad y la "vecindad", es decir, en el propio entorno de las personas mayores, como "farmacias de zona" o las propias comunidades de vecinos en las que convivan mayores en soledad.
En la inauguración participó también el director general de la Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, quien destacó que "el rasgo más característico de la población española del futuro es que seremos muy mayores", dando cuenta del continuo envejecimiento de la población.
Aunque pueda parecer "positivo", puntualizó que esto debe hacer reflexionar para "estar preparado para las consecuencias", pues "hay un vínculo claro entre edad y discapacidad". De hecho, señaló que hay en torno a cuatro millones de personas con discapacidad y el 56% son personas mayores. "Naciones Unidas sitúa a España como el país más envejecido del mundo en 2050", alertó.
Por su parte, el Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, fue el encargado de clausurar la jornada y allí aseguró que las personas "tenemos que aprender a vivir en soledad" dado el aumento de la esperanza de vida en España y el cada vez mayor número de personas mayores que viven solas. "Estamos en una sociedad que vive un proceso de envejecimiento relativamente importante" y "no se puede ignorar este fenómeno".
En este sentido, el presidente de esta organización, Ángel Quesada, lamentó que no existan cursos que preparen a los mayores para su jubilación, con formación para que atajen los problemas a los que se enfrenta la tercera edad.
Mesas redondas de expertos
Durante esta jornada organizada por CEOMA, varias mesas redondas analizaron el problema de la soledad de las personas mayores y debatieron sobre las necesidades de este colectivo con la participación de varias decenas de expertos.
El ex secretario general del Imserso José Carlos Baura centró su exposición en el aislamiento en Iberoamérica, donde el envejecimiento es muy "desigual". Indicó que en América Latina se estima que hay una población mayor de 60 años que llega a las 55 millones de personas, cifra que se triplicará en 2050. Asimismo, destacó que la cifra de aquellas que superan los 80 años va en aumento.
La subdirectora general de Servicios para Personas Mayores de la Comunidad de Madrid, Begoña García, expuso que sólo en la Comunidad de Madrid hay 661.800 hogares unipersonales, de los cuales el 40% son personas mayores de 65 años que viven completamente solas. De ellas, el 73% son mujeres, dada la mayor esperanza de vida con la que cuentan ellas. Además, el número de mayores de más de 80 años ha aumentado un 16,9% en sólo cinco años.
Por su parte, la jefa del Departamento de Programación, Evaluación y Desarrollo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Serrano Garijo, informó de que son 36.000 hombres y 125.000 mujeres mayores de 65 años los que viven en soledad en la ciudad de Madrid. "Tenemos claro que cada día vamos a vivir más solos porque tenemos menos familia y la demografía nos dice lo que nos dice", por lo que "tendremos que aprender a vivir solos buscando compañía fuera de nuestro domicilio".
La vicepresidenta de la Sociedad Española en Geriatría y Gerontología, Sacramento Pinazo, afirmó que "no es lo mismo vivir solo que estar solo" pero advirtió de que los datos apuntan una clara necesidad: "Tenemos que aprender a vivir a solos".
El director de Proyectos de Mensajeros de la Paz en Castilla-La Mancha, Javier García, precisó que "aproximadamente el 60% de las personas que viven en residencias de mayores se sienten solas", por lo que la soledad no sería un sentimiento único de quienes viven en hogares unipersonales.
El director científico del programa Mayores de la Fundación ‘la Caixa', Javier Yanguas, llamó a "empoderar" a las personas mayores para evitar "su soledad", así como a evitar los tópicos que se asocian a la vejez, como la infantilización.
La presidenta de la Fundación HelpAge International España, Isabel Martínez Lozano, habló de una "revolución demográfica" a nivel internacional, con 750 millones de personas de más de 60 años en todo el mundo. Alertó de que para 2050 se prevé que este número se triplique para llegar a los 2.000 millones, por lo que "un quinto de las personas tendrá más de 60 años".
El presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de Ceoma, José Luis Tejedor, puso el ejemplo de iniciativas de otros países para evitar la soledad entre los mayores. En concreto, enfatizó en el proyecto ‘Stadsdorp Zuid' en Ámsterdam, barrios de la periferia donde se instalan los mayores para organizarse y compartir servicios y actividades, como si fuera "un pueblo en la ciudad".