Es una iniciativa solidaria impulsada por ESTEVE en colaboración con Asociación España Salud

"Latidos que suman", un proyecto para que médicos y farmacéuticos conviertan kilómetros en desfibriladores

El objetivo es ampliar el número de desfibriladores por habitante y conseguir reducir los 40.000 fallecimientos que cada año se producen por muerte súbita en España
El acceso público a desfibriladores es vital, ya que cada minuto que pasa reduce en un 10% las probabilidades de sobrevivir a un episodio de este tipo
Nuestro país sigue estando a la cola de la UE en número de desfibriladores públicos, unos 10.000, frente a los 100.000 en Francia o los 50.000 en el Reino Unido

Si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos de reanimación, podrían salvarse más de 4.500 vidas al año. Sin embargo, la instalación de estos dispositivos en nuestro país está lejos de ser la deseada. Por esta razón, ESTEVE, en colaboración con la Asociación España Salud ha puesto en marcha el proyecto solidario "Latidos que suman". El objetivo es que médicos y farmacéuticos ayuden a salvar vidas al mismo tiempo que se promueven hábitos de vida saludables, convirtiendo los kilómetros recorridos en desfibriladores. La meta: llegar a los 70.000 km para obtener 20 desfibriladores que se instalarán por toda España.

"Latidos que suman" es una carrera solidaria y virtual con una meta clara: que más corazones sigan latiendo. "ESTEVE, firme a su compromiso con la salud y la calidad de vida, ha impulsado esta iniciativa para fomentar hábitos de vida cardiosaludables entre los profesionales sanitarios y vincular este reto a una causa social: aumentar el número de desfibriladores instalados", explica Mireia Marimon, Responsable de RSC de ESTEVE.

Sólo deben registrarse en la página www.latidosquesuman.com y donar los kilómetros recorridos andando, corriendo, en bicicleta o nadando.

Según el Dr. Josep Brugada, presidente de la Asociación España Salud y considerado una de las máximas autoridades en muerte súbita, "nuestro país está muy alejado de las cifras de otros países de la Unión Europea. Si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos de reanimación, podrían salvarse 4.500 vidas al año".

Más muertes por MS que por accidente de circulación

La muerte súbita (MS) es un fallecimiento natural inesperado debido a causas cardíacas que se caracteriza por la pérdida de conocimiento en la primera hora desde el inicio de los primeros síntomas. "En España, causa entre 40.000 y 45.000 muertes al año, 18 veces más que los accidentes de circulación. Sólo en 2015, hubo más de 70.000 ingresos hospitalarios debidos a un episodio de muerte súbita en nuestro país".

La enfermedad coronaria, muy prevalente en nuestra sociedad, es la responsable del 80% de las paradas cardíacas. Pero la MS puede producirse en personas de cualquier edad, aparentemente sanas y sin antecedentes de enfermedad cardíaca e, incluso, en atletas de alto rendimiento, como ha sucedido en el caso de varios jugadores de fútbol.

"Es muy difícil de prever. La principal dificultad es identificar a pacientes con alto riesgo. Y, además, las probabilidades de sobrevivir a un episodio de MS se reducen en un 10% por cada minuto que pasa". Por todo ello, los expertos insisten en la necesidad de aumentar el número de desfibriladores, especialmente en lugares con alta afluencia de población, como aeropuertos, estaciones de tren, centros comerciales, mercados, instalaciones deportivas.

Un desfibrilador, la diferencia entre la vida y la muerte

"Es importante controlar los factores de riesgo cardiovascular, como la presión arterial, el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad o la diabetes, entre otros. Pero también es crucial aumentar el número de desfibriladores de acceso público. Para una persona que padezca un episodio de este tipo, un minuto puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte".

En 2012, el Parlamento Europeo estableció la MS como un problema prioritario de salud pública en la UE. Además del consiguiente coste de vidas, cabe sumarle el coste para el sistema sanitario –que es superior a los 326 millones de euros anuales en España.

Sin embargo, nuestro país está a la cola en número de desfibriladores instalados respecto a la UE: alrededor de 10.000 frente a los 100.000 en Francia, los 80.000 en Alemania o los 50.000 en Reino Unido. "Sólo cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Cataluña, Canarias y País Vasco, regulan la instalación de desfibriladores en espacios públicos".

Aún existe una escasa concienciación, conocimiento y ausencia de iniciativas para promover el uso de estos dispositivos. Campañas como "Latidos que Suman" son fundamentales.

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