La urgencia miccional acompañada de incontinencia urinaria de urgencia es muy frecuente debido a la vejiga hiperactiva. De hecho, se estima que el 21% de la población adulta mayor de 40 años padecen esta dolencia, y el 30% de los mayores de 75 años. A pesar de que esta patología deteriora de forma grave la calidad de vida de los pacientes, tan solo el 28% de los casos existentes se diagnostican.
El miedo a las constantes pérdidas lleva a los pacientes a que en muchas ocasiones disminuyan la ingesta diaria de líquidos. Al contrario de lo que se cree, esta medida no ayuda a controlar las micciones. De hecho, la falta de líquido en el cuerpo produce una orina muy concentrada que es irritante para la vejiga y que puede aumentar la frecuencia de las micciones, provocar infecciones de vejiga y causar deshidratación.
Por tanto, cualquier restricción de líquidos, adoptada por el paciente sin recomendación médica, no solo no es útil para controlar las pérdidas de orina sino que también puede resultar peligrosa para la salud.