Durante las vacaciones muchas familias se reparten el cuidado de sus mayores. Por ello, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) aconseja que los ancianos que se trasladan de casa lleven consigo un documento clínico informativo que evite problemas ante los cambios de consulta como la polimedicación, la repetición de pruebas diagnósticas o la prescripción de medicamentos innecesarios. Además, los expertos destacan que los constantes cambios de domicilio de los ancianos pueden dar lugar a importantes problemas de adaptación, desarraigo y desorientación.
El cambio de domicilio puede suponer un cambio de médicos y otros profesionales de referencia que llevan el seguimiento del anciano, lo que dificulta el seguimiento de su salud y sus tratamientos. De igual manera, la falta de información, seguimiento o coordinación entre profesionales sanitarios puede dificultar la detección de signos de dependencia o síndromes geriátricos e impedir, por tanto, realizar acciones preventivas que eviten el aumento de dependencia.
Por ello, los expertos recomiendan que el anciano lleve consigo información sobre el diagnóstico y su tratamiento, periodicidad de los controles analíticos, datos de posibles alergias o intolerancias, así como una breve explicación de la periodicidad de los cambios de domicilio.