Los casos de depresión y ansiedad se han incrementado un 27% durante la pandemia y se prevé que su impacto continúe

Los casos de trastornos mentales comunes como la ansiedad y la depresión han aumentado un 27% a nivel europeo, según ha dado a conocer el Dr. Narcís Cardoner, psiquiatra en el Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell, quien ha aseverado que "se prevé que ese impacto continúe porque al malestar causado por las restricciones y la continua incertidumbre se le añade todas las dificultades que vendrán del impacto económico de esta crisis sanitaria".

El Dr. Cardoner, ha dado a conocer estos datos durante la conferencia ‘Depresión. Cambio en la concepción y el tratamiento', en el marco del XXX Curso Nacional de Actualización en Psiquiatría que se celebra estos días en Vitoria. Moderada por Margalida Gili, en la mesa también ha participado el catedrático de Psiquiatría de la Universitat de les Illes Balears y coordinador del Área de Neurociencias del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS), Miquel Roca.

El Dr. Cardoner ha compartido los resultados de varios estudios que demuestran la creciente incidencia de la depresión en la población española después de la pandemia. "Estamos hablando de una prevalencia entorno al 5%. La cifra se extiende hasta el 7%, teniendo en cuenta lo que denominan la prevalencia a lo largo de la vida: la probabilidad de que una persona tenga un episodio depresivo a lo largo de su vida. La prevalencia anual (ese 5%) es una cifra que se mantiene constante, lo que hace que la depresión sea una enfermedad muy común, que afecta a un porcentaje importantísimo de españoles y españolas, aunque el trastorno sea más prevalente, sobre todo, en jóvenes y mujeres".

Por su parte el Dr. Miquel Roca, ha afirmado que "el 25% de los casos de depresión que se diagnostican son cuadros crónicos, con los que los pacientes tienen que convivir durante largos años". Sin embargo, ha recalcado que estos pacientes pueden "convivir perfectamente" con la patología siguiendo una serie de recomendaciones y un tratamiento adecuado.

Tratamientos especializados para subtipos

Los profesionales han recordado "la importancia de seguir desarrollando tratamientos farmacológicos y psicoterápicos diferentes de los que se han desarrollado hasta ahora, los cuales han de ser específicos para cada tipo de paciente y su subgrupo de trastorno depresivo". Este enfoque servirá "para actuar sobre los diferentes componentes multifactoriales que condicionan la depresión, ya que en todos los pacientes, los factores son diferentes", según ha afirmado el Dr. Roca, "incluso aunque la enfermedad se manifieste de un modo parecido".

El especialista, ha hecho hincapié en que "para desarrollar dichos tratamientos, es importante acotar los grandes cuadros como la depresión en formas que sean más homogéneas y, por tanto, los que se pueden estudiar mejor y homogeneizar no solo el diagnostico sino las respuestas al tratamiento". "Los estudios de neurobiología y genética parecen poner a disposición buenos recursos de predictores de dichas respuestas individuales. Sin embargo, la diferenciación de los subgrupos depresivos es todavía una dificultad enorme, ya que no hay ninguna evidencia de que una prueba objetiva pueda establecer el diagnóstico de un subtipo depresivo determinado ni predecir su eventual evolución futura".

Políticas preventivas

Pese a la importancia de la investigación y la creación de nuevos tratamientos, los ponentes también han matizado la trascendencia de desarrollar unas políticas preventivas efectivas. Según ha indicado Cardoner, "existen situaciones o entornos de riesgo, lugares donde se puede incidir con el objetivo de reducir el riesgo de desarrollar nuevos episodios o cuadros depresivos".

Roca, además, ha matizado que modificar el estilo de vida -incluir actividades tales como hacer ejercicio dos o tres veces por semana, seguir una dieta correcta…- "tiene un efecto muy positivo añadido al tratamiento farmacológico en la evolución del trastorno". "Todo esto debería formar parte del día a día del tratamiento de una depresión, no solo un fármaco antidepresivo adecuado o un tratamiento psicoterápico combinado con el fármaco. Si esos cambios se dan, ayudarían a que los pacientes tuvieran menos recurrencias, y si las tuviesen, estas fuesen más suaves".

Estigma asociado

Los dos profesionales han querido hacer hincapié en que el primer paso para poder tratar la depresión es buscar ayuda. Sin embargo, los psiquiatras "se encuentran en muchas ocasiones con que los pacientes no acuden a los profesionales por los estigmas asociados a los trastornos mentales". Para Cardoner "es importante tener en cuenta la dimensión de la depresión, y separarse de esas ideas como: ‘Esto es un bajón, esfuérzate, pon de tu parte, yo he salido de esto'. Cuando se habla de depresión, se habla de una enfermedad muy grave".

El coste de la depresión: 6.145 millones

Por último, Cardoner ha explicado que los costes indirectos de la depresión como son las bajas laborales o las jubilaciones prematuras suponen el 80% de los gastos derivados de este trastorno. La cifra total asciende a 6.145 millones de euros, de los cuales casi seis millones serían a causa de las perdidas relacionadas con el mundo laboral y no por los costes directos derivados de tratamientos, hospitalizaciones, y costes que puedan tener los profesionales que tratan los paciente.

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