Hoy es probable que se hable mucho del blue monday refiriéndose a este tercer lunes del mes de enero como el día más triste del año. Ante la gran cantidad de informaciones con respecto a este día, la psicóloga de Vithas Granada, Maria José Aróstegui, aporta unas pautas para luchar contra "la tristeza que parece que se nos impone".
El blue monday se considera el día más triste del año debido al trabajo realizado por el psicólogo Cliff Arnall, investigador en la Universidad de Cardiff (Reino Unido), quien en 2005 desarrolló una fórmula para determinar cuál era el peor día del año. Para ello tenía en cuenta los excesos navideños, el clima, las deudas (por la llamada cuesta de enero), así como la toma de conciencia de que algunos de los propósitos de año nuevo no se empiezan a llevar a cabo.
Para Aróstegui, sin embargo "aunque muchas personas puedan compartir estos sentimientos de tristeza por las razones mencionadas por Arnall, es imposible que la mayoría de la población se deprima el mismo día del año, ya que no a todas las personas les afectan de igual manera estos factores". De hecho, el propio Arnall años más tarde, reconoció que considerar a este día el más triste del año realmente no tenía base científica.
Para enfrentar la tristeza Aróstegui resalta la importancia de realizar actividades agradables, y "no olvidarnos de nosotros mismos". Recomienda hacer a diario el ejercicio de preguntarse "¿he hecho hoy algo que me haga feliz?". La especialista incide en que estar excesivamente pendiente del trabajo, de la economía personal, de los problemas familiares, etc., hace que "no nos dediquemos tiempo a nosotros". Por esta razón, recuerda la importancia de generar hábitos que "nos hagan sentir bien, como leer, pasear, etc., y no posponerlas".
La psicóloga aprovecha para dar algunos consejos para aquellas personas que se sientan tristes, "incluso de forma impostada por la abundancia de informaciones en este sentido", que pueden ayudar a cualquier persona que tenga sensación de tristeza, sea cual sea el día en el que aparezca:
- Autocuidado: quererse, dedicarse tiempo. Practicar algún hobby, descansar, leer un libro, escuchar la música preferida, disfrutar de un paseo o darse un baño relajante. Estas son actividades agradables que ayudan a desconectar y a hacer aquello que realmente se quiere hacer. "Estas acciones reportan felicidad y además ahondan en la sensación de que eres tú quien decide qué hacer".
- Sueño: cuidar la calidad del sueño. Si no se duerme lo suficiente, el cuerpo humano no se recupera a nivel físico, ni mental. Dormir bien es esencial para la salud mental, mejorando la memoria y la gestión de los recuerdos, regulando el metabolismo y reduciendo la fatiga mental que favorece la sensación de tristeza. Por ello es importante dormir entre 7 y 8 horas diarias.
- Alimentación: no consiste en ponerse a dieta y "compensar" los excesos navideños. Hay que crear hábitos alimentarios saludables, consumiendo fruta, verdura, carne, pescado, legumbres. En un estudio dirigido por la Dra. Suzanne Dickson que se publicó en la revista European Neuropsychopharmacology, se demostró la evidencia de los beneficios que tiene la dieta mediterránea, rica en verduras y aceite de oliva, pues influye sobre la salud mental, dando este tipo de alimentación cierta protección contra la depresión y la ansiedad.
- Actividad física: desde andar a practicar algún deporte al menos 2 días a la semana. Según el estudio realizado en la Universidad de Granada, llevado a cabo por Manuel Jiménez, Pilar Martínez, Elena Miró y Ana Sánchez, el bienestar psicológico se asocia a la práctica del ejercicio físico. Las personas que, frecuentemente, practican actividades físicas se perciben más saludables, con menores niveles de estrés y presentan mejor estado de ánimo que aquellas que no realizan ningún tipo de ejercicio físico.