Según un estudio realizado en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), el consumo crónico de alcohol afecta negativamente al cerebro de los jóvenes de una forma diferente al de los adultos.
Aunque la edad legal para beber alcohol en España está fijada en 18 años, los responsables de esta investigación desaconsejan su consumo antes de los 20 años ya que la maduración neuronal y el cierre craneal completo no se produce hasta esa edad. Por ello, recomiendan el retraso a los 21 años de la edad legal para el consumo de alcohol, como sucede en Estados Unidos.
Los expertos también han asegurado que el alcohol provoca cambios morfológicos y fisiológicos en el encéfalo. Esta investigación ofrece nuevos datos sobre la respuesta al consumo excesivo de alcohol del cerebro aún no formado.
Entre otras repercusiones, el alcohol puede alterar la frecuencia respiratoria, cardiaca y el funcionamiento del cerebro en sus funciones perceptivas y cognitivas. Además, el consumo habitual de alcohol deprime el sistema nervioso central, lo que puede producir depresión clínica, confusión y, en los casos graves, psicosis y trastornos mentales.