La presencia en los mayores de alteraciones severas en la memoria, en su orientación, expresión verbal o comportamiento puede ser un síntoma del inicio de una demencia, por lo que ante la detección de estas realidades se hace imprescindible acudir cuanto antes al especialista médico para su correcta valoración.
Según ha expuesto, Ainara Ochoa, neuropsicóloga del grupo sociosanitario vasco Igurco, en la conferencia titulada Estimulación de la memoria en personas mayores, diversas patologías son las verdaderas responsables de las pérdidas de memoria. La experta ha desmentido, así, el mito de que todas las personas mayores tienen problemas de memoria.
De hecho, ser mayor no determina la aparición de esos problemas, sino que normalmente se debe a una enfermedad neurológica. Además, existen muchas personas mayores con capacidades cognitivas preservadas y óptimas.
En la mayoría de los casos se puede aprender a mejorar la memoria, independientemente de la edad, pero siempre teniendo en cuenta las características peculiares de cada persona y su situación individual, ya que esto influye a la hora de estimular su memoria y de mantener activa su mente.
Entre las técnicas de estimulación que existen están los talleres de memoria, en los que se explican a los mayores diversas estrategias y técnicas de estimulación con el objetivo de que les puedan servir en su vida cotidiana. Sencillos ejercicios como leer noticias, comentarlas, completar crucigramas, completar sopas de letras, hacer puzzles, memorizar listados o ejercicios de cálculo pueden ser realizados con el fin de favorecer la estimulación cognitiva.
Además, es muy importante que las personas mayores eviten el aislamiento social y que mantengan una vida activa en la medida de sus posibilidades. Para ello, resulta de gran ayuda la integración en grupos de semejantes con aficiones afines o con una edad similar, ya que está comprobado que el roce social estimula de manera positiva la capacidad cognitiva de los mayores.