"El número de pacientes con necesidades especiales está aumentado y tenemos que estar preparados", advierte José Cruz Ruiz Villandiego. "Desde la Sociedad queremos hacernos más visibles en nuestra profesión y en la sociedad y trabajar en la formación de los profesionales y en los servicios que ofrecemos a nuestros pacientes", afirma.
"Cuando hablamos de pacientes especiales nos referimos a cuatro tipos de pacientes: los medicamente comprometidos, desde los polimedicados hasta los que sufren alguna enfermedad o patología que obliga a tener una serie de cuidados antes, durante y después de un tratamiento odontológico; paciente con discapacidad física, psíquica o sensorial con diversidad funcional; paciente geriátrico en sus facetas de compromiso médico y de demencias seniles y Alzheimer; y el paciente con fobia y pánico total al dentista", explica José Cruz Ruiz Villandiego.
"Los pacientes con necesidades especiales van a ser en un futuro inmediato uno de los sectores de población más predominantes y con ellos la demanda de atención odontológica especial será muy importante en nuestras consultas. Es una realidad social, a medida que la población española vive más años aparecen más pacientes con circunstancias de dependencia", asegura el Presidente.
"Creo que el profesional debe aprender a empatizar con el paciente especial y entender su entorno de vida, saber cómo manejarlo y acercarse, ser capaz de abordar las complicaciones que le ofrezca cada caso y conocer lo que le debe exigir al paciente para hacer exitoso el resultado", afirma José Cruz Ruiz Villandiego.
"La boca es una parte del cuerpo esencial en la vida de las personas y la familia de pacientes especiales es fundamental para adelantarse a cualquier patología y dolor que muchas veces sufren estos pacientes y como no pueden transmitirlo correctamente genera una invalidez añadida, además de alteraciones del comportamiento y de su equilibrio farmacológico", asegura el especialista.
"Todas las personas, todas, pueden tener una boca y unos dientes saludables", concluye José Cruz Ruiz Villandiego.