Los pacientes con obesidad tienen mayor riesgo de contraer una COVID-19 más grave

Un índice elevado de sobrepeso aumenta además el riesgo de mortalidad en pacientes con infección grave por SARS-CoV-2

Los pacientes con obesidad presentan un mayor riesgo de contraer una COVID-19 más grave, según confirman las conclusiones de un artículo de revisión publicado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra en la revista científica European Journal of Internal Medicine. Además, la publicación revela que los pacientes con exceso de peso, que padecen una infección grave por SARS-CoV-2, aumentan también el riesgo de mortalidad.

Un artículo de revisión es un análisis retrospectivo de estudios ya publicados en la literatura científica sobre un tema en cuestión. En este caso, el estudio-revisión ha sido desarrollado por un equipo de especialistas de los departamentos de Endocrinología y de Medicina Interna de la Clínica y CIBEROBN, liderado por la Dra. Gema Frühbeck, codirectora del Área de Obesidad de la Clínica, y por el Dr. Manuel Landecho, especialista en Medicina Interna de la Unidad de Chequeos y del Área de Obesidad de la Clínica.

Además de revisar la incidencia de cinco aspectos subyacentes a la obesidad en la gravedad de la COVID-19, los investigadores estudiaron también la repercusión real de la obesidad en casos de COVID-19, es decir, su importancia clínica. Del estudio de casos reales, los autores del artículo concluyeron que, a los pocos meses de iniciarse la pandemia, "ya existía evidencia sobrada del mayor riesgo que tienen los pacientes con obesidad de desarrollar una COVID-19 grave, así como de morir como consecuencia de la infección", apunta el Dr. Landecho.

Factores de la obesidad que aumentan el riesgo

La revisión de los especialistas analiza cinco aspectos fundamentales implicados en la obesidad. El primero se refiere a la obesidad como enfermedad inductora de un estado favorecedor de trombosis, teniendo en cuenta que "los fenómenos protrombóticos son una fuente importante de complicaciones en la COVID", advierte el especialista.

Pero además, la obesidad provoca un estado proinflamatorio y una alteración hormonal, cuyo efecto final también induce inflamación. "Hay que tener en cuenta que los pacientes con COVID-19 mueren, no por el virus en sí mismo, sino por la alteración de la respuesta inmune que causa una respuesta hiperinflamatoria". Esta consecuencia es, a su vez, responsable de la insuficiencia respiratoria que sufren los pacientes con COVID-19 grave. "En un paciente con obesidad, con un estado inflamatorio ya existente, esa alteración inflamatoria de la COVID-19 es más fácil que se produzca", valora.

La obesidad es causante además de una alteración hormonal que ya es de por sí proinflamatoria, pero que también favorece la aparición de la diabetes tipo 2. Para el Dr. Landecho, "la suma de la alteración hormonal y de la diabetes tipo 2, da como resultado un estado de máxima preinflamación".

Otro aspecto de la obesidad que eleva la gravedad de la infección es la patología mecánica que genera, "ya que la grasa abdominal desplaza el diafragma hacia arriba, limitando la capacidad inspiratoria de los pulmones y aumenta la presión de ventilación en un paciente con COVID grave, lo que dificulta el manejo respiratorio de este paciente".

De la revisión efectuada, los investigadores concluyen que la suma de las tres primeras condiciones, favorece una infección grave. La patología mecánica propia de la obesidad provoca que, cuando la infección ya es grave, la obesidad dificulte su manejo. "En estas circunstancias, el tratamiento se complica porque un paciente con obesidad severa e insuficiencia respiratoria tiene una mayor limitación mecánica para inspirar, derivada de la propia obesidad, que dificulta la respiración espontánea y el manejo del paciente con insuficiencia respiratoria cuando debe ser intubado", añade.

Menos riesgo tras la cirugía bariátrica

Según advierte el Dr. Landecho, la obesidad en sí misma y sus consecuencias -especialmente la diabetes tipo 2- son los factores que aumentan el riesgo de desarrollar una COVID grave y, una vez contraída la infección, eleva las posibilidades de morir. De ahí que los pacientes con obesidad intervenidos mediante cirugía bariátrica y que, como consecuencia, dejan de tener obesidad "tienen mejor pronóstico que los pacientes con obesidad que continúan teniendo esta enfermedad".

El especialista asegura, en este sentido, que la cirugía bariátrica corrige la obesidad y su patología asociada, como es la diabetes: "Resuelve las enfermedades asociadas, no solo en términos de pronóstico cardiovascular, de cáncer o de calidad de vida. La obesidad produce una alteración de la respuesta inmune que se corrige también mediante la cirugía bariátrica".

Más obesidad por la pandemia

El artículo señala que la repercusión inmediata de la pandemia por COVID-19 ha implicado mayor sedentarismo además de un retraso en la asistencia clínica general. Por este motivo, los autores consideran que, "estamos llegando tarde a las complicaciones de la obesidad lo que eleva el riesgo sumado al mayor sedentarismo provocado por el confinamiento. Y con la dificultad añadida de que el paciente se acostumbra a ser mucho más sedentario que antes".

Ese cambio en el estilo de vida -advierten- tiene impacto directo en el aumento de la mortalidad en pacientes con obesidad y en el crecimiento de la mortalidad debida a un retraso en los diagnósticos o en los tratamientos de las enfermedades, un retraso en el manejo de la propia obesidad. "La mortalidad derivada del cambio de hábitos de vida durante el confinamiento hace que aumente el rango de obesidad y se dificulte más el tratamiento de la enfermedad", destaca del Dr. Landecho.

De ahí la reflexión: "Va a ser más importante que nunca concienciarnos de que la obesidad es una enfermedad y de que es importante estar mentalizado de la importancia de tratarla del modo correcto porque puede que las consecuencias solo hayamos empezado a verlas", concluyen.

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