Hay personas que llegan a normalizar el dolor de pies y desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) se ha advertido, de que si sucede de forma continuada es muy importante que sea revisado por un profesional para analizar y tratar la causa y descartar patologías de mayor envergadura como puede ser la enfermedad de Freiberg o Köhller II. Se trata de una patología que cursa con dolor en la zona metatarsiana, en el antepié.
"Es una enfermedad relativamente común, pero poco conocida. Si alguna persona nota un dolor agudo y continuado en el antepié es muy importante que acuda a su podólogo para realizar una exploración y descartar que se trate de esta patología que puede llegar a ser invalidante en algunos casos, porque es un problema de tipo mecánico. Para ello, se realizarán pruebas radiológicas porque es la única forma de advertirlo", ha explicado la presidenta del ICOPCV, Pilar Nieto.
Según han explicado los podólogos, en esta enfermedad se observa cómo la cabeza del segundo metatarsiano pierde progresivamente la forma ovalada de su cabeza quedando más achatada y, por tanto, perdiendo congruencia articular con la base de la falange proximal, lo que en estadios avanzados deriva en una artrosis de la articulación. Histológicamente se evidencia una pérdida en la calidad del hueso a este nivel causada por un aporte vascular comprometido u osteonecrosis.
Por lo que se refiere a sus causas, desde el Colegio se ha destacado que puede ser multifactorial. Suele estar vinculada a microtraumatismos originados por un calzado inadecuado, como uso de excesivo tacón o por impactos continuados en una práctica deportiva de elevada intensidad.
Junto a esto, se ha señalado que, según estudios realizados, se trata de una enfermedad rara más común en mujeres y, principalmente en la franja entre los 10 y los 18 años. Muchos de los casos suelen coincidir en presentar una fórmula metatarsiana index minus, es decir, tener un segundo metatarsiano más prolongado que el primero, lo que le expone con mayor facilidad a los impactos.
"El tratamiento para la Enfermedad de Freiberg rara vez precisa intervención quirúrgica. En la mayoría de casos suele ser conservador, adaptando soportes plantares que descarguen la zona de conflicto y orientando sobre el calzado más adecuado para el día a día", ha explicado Nieto.