El Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) ha advertido sobre algunos timos que se producen en la realización de plantillas a medida.
Éstos consisten en que tiendas especializadas directamente ofrecen la posibilidad de realizar un estudio de la pisada. Si en ésta se detecta una descompensación, entonces se le ofrece una plantilla a medida al cliente. El problema reside en que esto lo hace personal no cualificado, profesionales que sólo podrían ofrecer plantillas estándar que, por otro lado, tienen un precio mucho más bajo que una realizada a medida. Por tanto, sólo un médico o un podólogo pueden prescribir este tipo de tratamientos personalizados.
"La sociedad debe concienciarse de que nadie debería hacerse unas plantillas a medida si sus pies, su sistema biomecánico, no ha sido revisado y estudiado por un profesional como un podólogo o un médico. Es fundamental que tengamos en cuenta que las plantillas a medida deben ser prescritas. De hecho, la Ley del Medicamento dice que una plantilla es un producto ortopédico que debe ser prescrito", ha enfatizado Maite García, presidenta del ICOPCV.
Los podólogos han destacado que, sobre todo con el auge del deporte, este tipo de tratamiento cada vez es más conocido y se han incrementado los casos de fraude de algunas empresas que las venden, lo que es peligroso para la salud de las personas que las utilicen.
"Otro caso muy común son las plantillas que se calientan en el microondas, esto es un despropósito y debería estar más controlado por las autoridades", ha asegurado Maite García.
Junto a esto, desde el Colegio se ha explicado que es importante distinguir los tipos de plantillas para no equivocarnos. Por un lado están, las plantillas acomodativas que no tienen nada que ver con las destinadas a corregir la pisada. Suelen ser planas, de materiales blandos, pueden tener ligera forma en el empeine y su objetivo es ofrecer descanso y confort al pie. No son un tratamiento.
Por otro lado, se encuentran las plantillas a medida que son las que deben ser prescritas por un podólogo o un médico especializado en el pie, que tienen una indicación terapéutica y son un tratamiento específico para corregir algún tipo de anomalía en la pisada.
"Tenemos que saber que la finalidad de estas plantillas es modificar nuestra forma de caminar. Por tanto, una mala indicación puede provocar alteraciones graves en las extremidades inferiores. Este tipo de plantillas deben revisarse una vez al año porque nuestros pies, como el resto del cuerpo, cambian con los meses y es necesario confirmar que siguen siendo útiles para el fin para el que fueron prescritas".
Las principales consecuencias de llevar unas plantillas a medida no adecuadas pueden ser desde metatarsalgias a tendinitis, edemas, sobrecargas musculares o articulares o incluso, agravar la sintomatología que ya tenía el paciente.