Más de 61.000 personas mueren cada año de rabia, una enfermedad que se puede prevenir

GSK se suma a la conmemoración del Día Mundial de la Rabia para aunar esfuerzos ante una enfermedad olvidada, pero evitable
Evitar el contacto con animales vagabundos o salvajes y consultar al especialista antes de viajar a los países de mayor riesgo (Asia y África) son las principales recomendaciones
Para las personas que viajen a zonas de riesgo, GSK ofrece consejos específicos sobre rabia en Comoviajarsano.com y Viajarsano.com y ha editado un material específico sobre la enfermedad disponible en www.gsk.es

Más de 61.000 personas en todo el mundo, la mayoría niños, mueren cada año de encefalomielitis vírica aguda, también conocida como rabia. Sin embargo, esta enfermedad, que persiste, sobre todo, en zonas rurales y en desarrollo, se puede prevenir.

Mañana, 28 de septiembre, se celebra el Día Mundial de la Rabia. GSK se suma a esta jornada, que conmemora el aniversario del fallecimiento del científico Louis Pasteur, responsable de la primera vacuna frente a la enfermedad, una de las más olvidadas en los países en vías de desarrollo.

La rabia está producida por un virus ARN del género Lyssavirus y es casi siempre mortal para los humanos una vez aparecen los primeros síntomas. Más del 99% de los casos de rabia humana son secundarios a mordeduras de perro, aunque también puede ser transmitida por otros animales que puedan ser reservorio del virus, especialmente los murciélagos. El cuadro clínico suele ir precedido por una sensación de angustia, cefalea, fiebre, malestar general y alteraciones sensoriales indefinidas. La enfermedad puede adoptar dos formas: rabia paralítica, caracterizada por la parálisis de los músculos, y rabia furiosa, que cursa con excitabilidad y aerofobia como primeros síntomas.

Para prevenir el contagio, hay que tener en cuenta las áreas donde está más presente. Sólo dos países en el mundo han sido declarados libres de riesgo por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Europa, Australia, América del Norte y el Cono Sur figuran como zonas de bajo riesgo, mientras que casi toda Asia y África están consideradas áreas de riesgo medio o alto. Es en estos dos continentes donde, de acuerdo con la OMS, se concentra el 95% de los casos.

Para evitar la rabia se recomienda no tener contacto con animales vagabundos o salvajes en las zonas afectadas, especialmente con los murciélagos, y extremar las precauciones con los niños.

Información para el viajero

Además, a las personas que vayan a viajar a zonas de mayor riesgo, se les aconseja visitar a un especialista o un centro especializado en Medicina del Viajero. Para las personas que viajen a zonas de riesgo, GSK ofrece consejos específicos sobre la rabia en las plataformas web Comoviajarsano.com y Viajarsano.com, donde se puede encontrar información sobre los centros especializados más cercanos para cada usuario y recomendaciones en función del país de destino. La información también está disponible en una app tanto para Android como para iPhone. Asimismo, ha editado un material específico sobre rabia disponible en la web www.gsk.es.

Los viajeros que vayan a trasladarse a los países más afectados y que pasen mucho tiempo al aire libre, en particular en zonas rurales, o que practiquen deportes como ciclismo o senderismo, así como los viajeros cuya estancia sea prolongada en zonas donde el acceso a la atención médica sea limitado, deben tomar mayores precauciones. Asimismo, deben tomar medidas de precaución las personas con ocupaciones de alto riesgo, como quienes, por razones profesionales u otras, puedan tener contacto con murciélagos, animales carnívoros y otros mamíferos en zonas afectadas por la rabia.

El hecho de que no existan datos fiables sobre casos de rabia, debido a la infradeclaración, en países en desarrollo, y de que no se adopten las medidas preventivas para evitar el contagio, no sólo genera un altísimo coste humano, sino también sanitario.

Más noticias sobre Ocio

> Ver todas

Noticias relacionadas

> Ver todas
enfermedad infecciosa vírica que ataca al sistema nervioso y que se contagia por la mordedura de perros, ratas o zorros contagiados.

Ver

Agente infeccioso (microorganismo) constituido por ADN o ARN (ácidos nucleicos) y con capacidad para reproducirse en una célula viva.

Ver