Con el objetivo de identificar el nivel de falta de adherencia en las personas mayores de 65 años y establecer si tiene incidencia el copago en este comportamiento, la Fundación AstraZeneca y la Universidad Europea han promovido un informe. El estudio examina la adherencia al tratamiento farmacológico en España y los distintos factores que inciden en el cumplimiento terapéutico.
Como principal conclusión, tras analizar los resultados obtenidos de un exhaustivo cuestionario realizado a 500 pacientes crónicos y 200 cuidadores, se evidencia que el 62,4% de los pacientes crónicos mayores de 65 años incumple su tratamiento. El olvido es el principal motivo de falta de adherencia (47,4% de los casos).
Para Julio Sánchez Fierro, patrono de la Fundación AstraZeneca, que presentó el estudio en las III Jornadas del Observatorio de la Adherencia al tratamiento (OAT), "la falta de adherencia al tratamiento farmacológico es un problema que tiene una incidencia muy significativa en nuestra sociedad". A su juicio, "su alta prevalencia en pacientes mayores de 65 años con patologías crónicas hace que este tema adquiera relevancia sanitaria debido a sus consecuencias negativas, asociándose el incumplimiento terapéutico con mayores tasas de hospitalización y con un aumento de los costes sanitarios".
Resultados para la reflexión
A pesar de que la práctica totalidad de los entrevistados considera que es muy o bastante importante seguir correctamente los tratamientos farmacológicos prescritos por su médico, el incumplimiento es algo que ocurre en un porcentaje muy elevado de los pacientes crónicos mayores, "un colectivo en el que la falta de adherencia se incrementa debido a problemas de comprensión de los regímenes farmacoterapéuticos y a los olvidos, favorecidos por la elevada proporción de ancianos que viven solos, el deterioro de la función cognitiva o la polimedicación", apunta Sánchez Fierro.
Este estudio ofrece un valor adicional, al contemplar también las respuestas de cuidadores y familiares, poniendo de relieve unos resultados algo más negativos. El entorno cercano al paciente considera que los diferentes factores asociados al incumplimiento de los tratamientos inciden en mayor medida que lo manifestado por los enfermos. En concreto, afirman que algo más del 77% de los pacientes crónicos se olvida en alguna ocasión de tomar los medicamentos prescritos.
En la población de pacientes analizada es habitual tener más de una enfermedad que requiera tratamiento: hasta dos tercios de la muestra refieren más de una enfermedad y hasta un 11% del total tienen cuatro o más.
Una quinta parte de los pacientes crónicos entrevistados cuenta con el apoyo de una persona que en principio se encarga de supervisar o controlar que ingieren correctamente la medicación.
Tanto los pacientes como su entorno señalan que los problemas relacionados con la presión arterial (como la hipertensión/hipotensión), la presencia de altos niveles de colesterol, los niveles de azúcar en sangre (por ejemplo, diabetes), así como la degeneración de los cartílagos (artrosis), son los trastornos más comunes en los que hay una menor adherencia al tratamiento farmacológico.
De forma espontánea, los entrevistados proponen la implantación de más mecanismos de control y ayuda al paciente, procedentes tanto del servicio asistencial de salud como de la familia, con el fin de favorecer y aumentar el cumplimiento de los tratamientos.
Falta de adherencia: Radiografía de un serio problema sanitario
El estudio, de ámbito nacional, ha incluido a personas ≥64 años que siguen un tratamiento y a sus cuidadores. Además de los factores incluidos en los test clásicos (existencia de dificultades, olvido, incumplimiento de horarios y el abandono por la percepción de mejoría), se han considerado otra serie de factores como la confusión con otros medicamentos o tratamientos, la creencia de que la medicación es innecesaria o excesiva, el temor a reacciones adversas, la existencia de incompatibilidades con otros problemas de salud o tratamientos, los efectos secundarios derivados, la existencia de dificultades para ingerirlos o acceder a la farmacia para comprarlos, así como la creencia en una posible mejoría sin medicación.