Analizar la situación y las necesidades de los pacientes, en especial, de los crónicos, ante la realidad de la COVID-19 y el desarrollo de las distintas propuestas que se están poniendo en marcha desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) fueron los principales objetivos de la reunión mantenida el pasado viernes entre la plataforma de pacientes y la Organización Médica Colegial (OMC).
Con la presencia del presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), el Dr. Serafín Romero, y la presidenta de la POP, Carina Escobar, durante este encuentro virtual -celebrado la víspera del Día Europeo de los Derechos de los Pacientes- se habló de la situación de gran riesgo y vulnerabilidad por la que están pasando muchas personas en este momento.
Por su parte, el Dr. Serafín Romero expuso a las representantes de la POP la actividad que viene desarrollando la corporación desde que se produjo el brote de pandemia en España, con especial incidencia desde que se decretó el estado de alarma, una actividad que ha estado centrada en la defensa y protección de los profesionales para la mejor atención a los pacientes. También expresó la preocupación de la corporación por los pacientes con enfermedades crónicas, un apoyo constante que la presidenta de la POP agradeció sin paliativos.
En este sentido, Carina Escobar quiso trasladarles la inquietud e incertidumbre que, desde su entidad, vienen mostrando públicamente ante la falta de protocolos precisos para pacientes oncológicos, trasplantados, en diálisis -todos ellos inmunodeprimidos-, con ictus o infartos, por poner solo algunos ejemplos. En muchos casos, tal y como transmitieron desde la POP, están dejando de acudir al hospital por miedo al contagio, lo que está provocando un empeoramiento de sus patologías. Para la POP es muy importante que los pacientes con patologías determinadas tengan claro que, si lo necesitan, deben ponerse en contacto con su médico o acudir al hospital y evitar así que sigan empeorando en casa.
Carina Escobar calificó la situación de las asociaciones de pacientes de "invisibilidad", a pesar de su disposición a colaborar con el Ministerio de Sanidad para establecer protocolos que garanticen la seguridad de los pacientes y lograr una estrategia de salud pública que proteja a los más frágiles. Tal y como señaló la presidenta, lo único que se ha conseguido hasta ahora ha sido la dispensación de los medicamentos de farmacia hospitalaria a domicilio y la eliminación del visado para algunos tratamientos y nutrición.
Los dos aspectos que más preocupan actualmente a esta organización, que representa a más de 1.300 asociaciones son, en primer lugar, las limitaciones para solicitar bajas laborales de muchos enfermos crónicos, que deben seguir acudiendo a su centro de trabajo, con el consecuente riesgo a contagiarse por al coronavirus. Tal y como confirmó la presidenta de la plataforma, se trata de personas que, aunque en muchos casos no tienen reconocida una discapacidad, deberían tener derecho a permanecer en una situación de aislamiento a efectos laborales, obteniendo la incapacidad temporal, en el caso de no poder realizar teletrabajo o realizarlo de forma totalmente protegida. Se trata, señalaron, "de un colectivo de riesgo que necesita mayor protección".
La segunda gran preocupación expuesta por la organización de pacientes es lo que denominó su presidenta como "el día después", que debería implicar una estrategia de centros sanitarios o circuitos diferenciados para enfermos de la COVID-19 y otros para otras patologías. Para la POP, es imprescindible mantener zonas "limpias" para asegurar la atención sanitaria que necesitan las personas de riesgo. Se trata de un tema de seguridad y de protección. Otro de los aspectos a contemplar, es la financiación del sistema sanitario, el acceso a los medicamentos y el fomento de la investigación.
En este último aspecto, coincidieron también los responsables del CGCOM, quienes defienden la necesidad de implementar en el Sistema Sanitario estructuras paralelas, con discriminación bien realizada entre pacientes de la COVID-19 y pacientes con otras patologías, lo que implicaría una transformación del sistema y de los recursos sanitarios, algo que el Dr. Romero considera que debe de ser prioritario.