No es cuestión de prohibir, sino de educar

Esta es la recomendación del Dr. Antoni Gual, jefe de la Unidad de Alcoholismo del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los más reconocidos expertos en el tratamiento del alcoholismo en España.

Según este experto, prohibir a los hijos adolescentes que beban no sirve para nada; en su lugar recomienda establecer una buena comunicación familiar y predicar con el ejemplo evitando beber delante de ellos, y explicarles de manera muy clara cuáles son las consecuencias del consumo compulsivo de alcohol.

El Dr. Gual alerta de que, cuanto más temprana es la edad en se inicia una persona en el consumo de alcohol, más fácil es que se convierta en un adicto. Reforzó esta idea afirmando que, cada vez que se consumen bebidas alcohólicas, el cerebro sufre una intoxicación y se produce la muerte de algunas neuronas.

"Algunos de los jóvenes, que cada fin de semana participan en botellones y se emborrachan, acabarán convirtiéndose en alcohólicos", afirma el Dr. Gual. Asimismo, denuncia que "nos encontramos en una sociedad que ha colocado al alcohol en un pedestal, porque parece que lo único importante es divertirse desaforadamente y hacer constantemente promoción de la fiesta". Ante esta situación, el doctor plantea que, si se quiere conseguir que los jóvenes dejen de emborracharse cada fin de semana, tanto las administraciones públicas como los padres tendrán que ponerse manos a la obra.

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