La Sociedad Española de Reumatología (SER) ha elaborado un documento de consenso sobre la utilización de terapias biológicas en el lupus con el objetivo de optimizar el uso de estos nuevos fármacos.
Según ha afirmado el Dr. Jaime Calvo, jefe de la Sección de Reumatología del Hospital Universitario Sierrallana de Cantabria y coordinador del documento, "este consenso beneficiará a los pacientes reduciendo en lo posible la aparición de efectos no deseados debidos a la toxicidad".
Los objetivos de este documento han sido intentar homogeneizar las indicaciones y el uso terapéutico de estas terapias, subrayar la necesidad de una evaluación objetiva y con instrumentos validados de los pacientes, analizar la evidencia científica para el uso de las diferentes terapias biológicas utilizadas en el tratamiento del lupus y mejorar la gestión del riesgo que conlleva la utilización de estos agentes.
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad crónica que afecta en torno a 40.000 personas en España y que provoca que el sistema inmune, el mecanismo de defensa del organismo, comience a atacar a los tejidos propios, creando un exceso de anticuerpos anómalos en el torrente sanguíneo y causando inflamación y daños en las articulaciones, en los músculos y en diferentes órganos.
Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes de esta patología se pueden destacar las del aparato locomotor (dolor e inflamación de las articulaciones), el cansancio, la fiebre, la pérdida de apetito y de peso, la disminución del número de glóbulos blancos, rojos y plaquetas, manchas en el dorso de la nariz y en las mejillas y alteraciones renales, entre otras.