Ante la actual tendencia de regalar dispositivos digitales a niños cada vez más pequeños, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) recomienda a los padres apostar por rompecabezas y juegos de ingenio a partir de los tres años, ya que estos juguetes contribuyen a desarrollar la percepción y la memoria visual de los más pequeños. Además, apela a la responsabilidad de los padres, que deben jugar con sus hijos para descubrir si tienen problemas a la hora de identificar colores, coger un objeto porque no lo ven bien o calcular las distancias, y estar pendientes de si tienen un campo visual limitado.
Durante las Navidades se ha convertido en algo habitual regalar a los niños móviles, videoconsolas y videojuegos. Estos dispositivos favorecen la concentración y la agudeza visual, así como los reflejos, siempre y cuando se haga un uso responsable. "Si se utilizan muchas horas, pueden llegar a perjudicar entre otros, al sistema visual", explica el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral, quien advierte que "jugar no es malo porque los niños aprenden y desarrollan sus capacidades visuales, por eso los primeros juguetes deben ir destinados a estimular el sistema visual". De esta forma, Martínez Moral aboga por los juguetes que tienen colores llamativos y muy vivos para los más pequeños.
En este sentido, los padres juegan un papel fundamental a la hora de controlar el uso que los más pequeños hagan de estos objetos. Deben supervisar aquellos que tengan lentes o espejos que puedan concentrar la luz, como lupas, telescopios o prismáticos, ya que podrían provocar quemaduras graves en los ojos si no se utilizan de forma adecuada. Además, determinados juguetes pueden contener partes afiladas, puntiagudas o que actúen como proyectil, lo que hace que se conviertan en objetos peligrosos para los ojos de los niños.
La irresponsabilidad de abusar de ciertos juguetes y dispositivos
Uno de los grandes riesgos que entraña el uso y abuso de videoconsolas, móviles o tabletas es la sobreexposición a las pantallas sin mantener una distancia mínima de seguridad. Este hábito está dando lugar a una progresión de la miopía más rápida en los más jóvenes. Su uso inadecuado podría provocar fatiga visual y, en el peor de los casos, generar problemas oculares, como la aparición de la presbicia en edades tempranas. "Algunos síntomas derivados de un uso prolongado de este tipo de dispositivos son visión transitoria, dificultad de enfoque de distancias, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular, dolor de cabeza y ojos irritados, secos o cansados", detalla el decano del CNOO.
Del mismo modo, mirar una pantalla durante un elevado número de horas produce una disminución en la frecuencia de parpadeo, lo que obliga a hacer un esfuerzo aún mayor que repercute en el desgaste ocular. Por ello, "lo aconsejable es tener en cuenta las propiedades de las pantallas, apostando por aquellas que cuentan con características menos nocivas para la salud visual. De esta forma se evitará el riesgo de padecer alteraciones como el enrojecimiento o la fotofobia, es decir, la sensibilidad a la luz", aconseja Martínez Moral.
Recomendaciones para un uso adecuado de los juguetes
El CNOO recuerda a los padres la importancia de evaluar el papel que desempeñan los juguetes en el desarrollo de la salud visual de los más pequeños teniendo en cuenta los siguientes consejos.
- Los juguetes no deben suponer ninguna amenaza potencial para la salud visual de los niños. Hay que asegurarse de que sean apropiados para su edad y grado de madurez, evitando que contengan partes afiladas, puntiagudas o que actúen como proyectiles.
- Especial cuidado con la iluminación LED (diodos emisores de luz) que podemos encontrar en algunos juguetes e incluso en la iluminación navideña. Esta luz azul representa riesgos para la retina.
- Aunque los videojuegos ayudan a desarrollar la coordinación ojo-mano, la rapidez de reflejos y la capacidad de concentración, no se recomienda su uso durante más de 15 minutos consecutivos y siempre en niños mayores de 12 años, ya que la utilización abusiva de este tipo de juegos puede acarrear problemas de salud y hábitos sedentarios.
- Iluminación adecuada y suficiente, evitando los reflejos en la pantalla.
- Relajar la vista mirando objetos o puntos alejados, por ejemplo, a través de la ventana.
- Colocar la pantalla a una distancia mínima de 30 cm en el caso de móviles y tabletas.
- Ubicar el dispositivo ligeramente por debajo de la altura de los ojos.
- Ajustar el brillo y el contraste para que la lectura resulte cómoda.
- Acudir a revisión con el óptico-optometrista al menos una vez al año para prevenir problemas visuales y que pueda prescribir unas gafas personalizadas según el tipo de dispositivo digital que se utilice y en función de los síntomas que se presenten.