Debido al confinamiento decretado como medida preventiva para impedir la propagación del coronavirus, la utilización de dispositivos electrónicos, como ordenadores, móviles y tabletas, se ha intensificado, ya sea por motivos laborales o de ocio. Esta sobreexposición a las pantallas puede causar Síndrome Visual Informático (SVI), una afección temporal cuya principal manifestación es la fatiga visual. Por este motivo, el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO) aconseja realizar descansos de cinco o diez minutos cada hora, parpadear con regularidad para evitar la sequedad ocular y realizar ejercicios visuales, como cerrar los ojos o desviar la mirada de izquierda a derecha sin mover la cabeza, con el fin de evitar este y otros síntomas.
La visión doble o borrosa, la fobia a la luz intensa, el lagrimeo, la sequedad ocular, el enrojecimiento de los ojos, así como las náuseas, mareos y cefaleas, son también signos muy comunes del Síndrome Visual Informático. Estos se originan no por la utilización de los dispositivos electrónicos en sí, sino por el "uso irresponsable de los mismos", asegura el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral.
En este sentido, el CNOO ofrece una serie de recomendaciones para evitar que la acomodación de los ojos a las pantallas durante espacios de tiempo muy prolongados sin descansos facilite el desarrollo de la miopía de manera prematura u otros problemas visuales.
El correcto uso del ordenador para teletrabajar con salud visual
El teletrabajo es una realidad para muchos empleados que se han visto forzados a trasladar la oficina a sus propias casas. Sin embargo, en ocasiones, una vivienda no ofrece la comodidad y los recursos habituales del puesto de trabajo, lo que repercute en el rendimiento y la visión. Para prevenir posibles consecuencias visuales, el CNOO recomienda:
- Ajustar los colores del monitor para que sean siempre claros y mates, y evitar así los reflejos. Además, se recomienda configurar los caracteres y el tamaño de la fuente para facilitar la legibilidad.
- La imagen ha de ser estable y sin destellos. En este sentido, es recomendable aumentar la velocidad de refresco de la pantalla, que esta se pueda orientar a voluntad con objeto de optimizar los ángulos de visión y que permita su regulación en cuanto a brillo y contraste.
- Procurar que la pantalla esté siempre limpia y trabajar con texto negro sobre fondo blanco. Debemos situarla a una distancia de entre 50 y 60 cm y la parte superior de la misma a una altura similar a la de los ojos o ligeramente más baja. Asimismo, se recomienda colocar el monitor perpendicular a la ventana para evitar deslumbramientos y reflejos.
La mala utilización de los smartphones también conlleva riesgos
La cuarentena ha obligado a que gran parte del tiempo libre se destine al uso de móviles y tabletas, especialmente el de los más pequeños, provocando síntomas como la visión borrosa durante y después de la lectura o el juego, dificultad para enfocar distancias, ojos secos o cansados, sensibilidad al brillo de la luz, incomodidad ocular y dolor de cabeza.
Algunos de estos indicios, como la irritación y la sequedad ocular, "se agudizan si se lee o utiliza el móvil a oscuras. Además, el reducido tamaño de la pantalla y de la letra de este dispositivo lleva a que los usuarios lo sujeten a una distancia de lectura menor y esto da lugar a un incremento de las demandas de acomodación y vergencias sobre el sistema visual para lograr enfocar correctamente el texto", explica el decano del CNOO. Por ello, recomienda utilizar tablets más grandes o pantallas de ordenador para usos más prolongados. "Debemos considerar que, al leer un texto en una pantalla, como no emite luz directa, se provoca un mayor estrés y fatiga visual", agrega.
La televisión vuelve a cobrar protagonismo
La televisión es un medio que siempre ha acompañado a las familias. La irrupción de las nuevas tecnologías influyó para que muchas la relegaran a un segundo plano, pero en estas circunstancias se ha vuelto un vehículo fundamental para hacer más ameno el confinamiento. Por tanto, el CNOO hace hincapié en un conjunto de pautas que permitirán visualizar cualquier contenido sin poner en riesgo nuestra salud visual.
- No se recomienda ver la televisión totalmente a oscuras, así como evitar los reflejos de luces o de las ventanas. Una buena opción es utilizar cortinas que mitiguen esos reflejos, pero que no oscurezcan completamente la habitación.
- La distancia a la que debe estar colocada la pantalla dependerá del tamaño, pero por normal general no debe situarse a menos de dos metros, mientras que la postura debe ser lo más perpendicular posible a la misma.
- Adoptar una postura erguida o utilizar gafas monofocales con graduación de lejos son medidas igualmente importantes, así como parpadear con frecuencia y descansar la vista de vez en cuando para evitar la fatiga visual.