Otitis, quemaduras de piel o conjuntivitis, los problemas de salud más frecuentes en las jornadas de playa

Utilizar gafas de sol homologadas o elegir una crema solar adaptada al fototipo de la piel, entre las indicaciones de los expertos para cuidar de la salud en la playa

El verano es sinónimo de vacaciones y playa para gran parte de la población española. Según el último informe de ‘Hábitos y comportamientos del turista nacional' de Observatur, el 40% de los españoles elige el mes de agosto para viajar, y un 23% lo hace en julio. Del total, un 37% lo hará a un destino costero.

Pasar las vacaciones a orillas del mar conlleva, en muchos casos, largas jornadas de playa que requieren tomar una serie de precauciones básicas para evitar los posibles riesgos para la salud que implica la sobrexposición solar o los periodos prolongados en el agua.

"Las quemaduras, la otitis o los golpes de calor son algunos de los problemas más frecuentes en la playa, pero no son los únicos", apunta César Morcillo, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Sanitas CIMA. "Para disfrutar de las vacaciones en el mar sin correr riesgos conviene prepararse de antemano y consultar con el médico en caso de tener dudas. La prevención es la mejor forma de evitar estas situaciones".

Para evitar correr riesgos para la salud en la playa, los expertos de Sanitas proponen una serie de claves a tener en cuenta:

  • Cuida tus oídos: Las altas temperaturas invitan a refrescarse en el agua. Esta práctica favorece la aparición de la llamada otitis externa, producida por el contacto de los oídos con hongos y bacterias. El 84% de las otitis externas que se producen en verano se contagian en playas y piscinas; la combinación de agua y calor favorece su propagación. Para evitar esta infección, lo ideal es evitar la entrada de agua en el conducto auditivo y secar bien los oídos al salir del mar. En caso de detectar síntomas de otitis, es imprescindible consultar con el médico especialista para evitar que el problema pueda agravarse.
  • Mantente hidratado: El agua tiene diferentes funciones en el organismo de un ser humano, además de formar parte de la sangre. Se encarga de lubricar las articulaciones, nutrir al cerebro y la médula espinal y, por supuesto, mantener la temperatura ideal del cuerpo. De ahí que sea especialmente importante mantener una buena hidratación en la playa, donde las temperaturas son elevadas y la exposición al sol más pronunciada. Se calcula que un adulto puede perder alrededor de 1,5 litros de agua a la hora cuando está produciendo sudor, por lo que es imprescindible reponer ese líquido. Además de beber agua y evitar las bebidas azucaradas o carbonatadas, tomar frutas como el melón o la sandía, con un 95% de contenido hídrico, ayudarán a reponer los líquidos perdidos y evitar los golpes de calor.
  • Evita la sobrexposición solar: La exposición al sol por periodos prolongados o sin tomar las precauciones necesarias conlleva riesgos graves para la salud. No utilizar un fotoprotector adecuado al fototipo de la piel, no cubrir la cabeza con un gorro o no aplicarse crema solar de forma recurrente, puede provocar desde el envejecimiento prematuro de la piel hasta afecciones cutáneas como cáncer de piel de varios tipos, entre ellos el más peligroso, el melanoma. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que 6.205 personas serán diagnosticadas con un melanoma cutáneo en España este 2019, la mayor parte causados por los efectos del sol.
  • Protege tus ojos: Cuando nuestros ojos están expuestos a altos niveles de radiación UV, necesitamos una protección adecuada para prevenir posibles afecciones oculares como conjuntivitis, queratitis o, incluso, cataratas. Prescindir de una protección adecuada puede derivar incluso en problemas más graves; hasta un 20 % de los casos de ceguera en todo el mundo se atribuyen a una exposición solar excesiva o inadecuada. Para reducir los riesgos, conviene utilizar gafas de sol con protección total frente a los rayos UV y que cuenten con el certificado de calidad de la Unión Europea para garantizar su efectividad.
  • Minimiza el riesgo de sufrir lesiones: La playa es el entorno perfecto para practicar deporte, pero hacerlo sin tomar precauciones puede acarrear lesiones, tanto musculares como en huesos y articulaciones. Estirar y calentar antes de realizar la actividad física, no hacer ejercicio durante las horas centrales del día y adaptar el tipo de ejercicios a la condición física, son algunas de las claves para practicar deporte de forma segura en este entorno.
  • Presta atención a las picaduras de medusas y otros animales: Las plagas de medusas son frecuentes en verano en las costas españolas, especialmente, en las playas donde el agua del mar alcanza mayores temperaturas. En caso de sufrir una picadura de uno de estos animales, lo primero que se debe hacer es limpiar la zona de afectada con suero fisiológico y colocar hielo a través de un paño durante al menos 15 minutos. En el caso de que algún tentáculo o parte de la medusa haya quedado adherida a la piel, se deberá retirar con unas pinzas. Si es posible, se debe acudir al puesto de atención médica más cercano, donde podrán administrar al afectado un antihistamínico que modere la reacción alérgica y un analgésico para el dolor

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