Un paciente con daño cerebral ha conseguido volver a realizar actividades de la vida cotidiana gracias a una terapia de cálculo mental con ábaco. El paciente acudió a La Brújula Educativa, un gabinete de psicología de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que ofrece orientación educativa y atención psicológica.
El equipo está formado por cuatro psicólogas y un educador social, y dos de las psicólogas cuentan con la formación específica en el método UCMAS de aprendizaje con ábaco, y llevan ya tres años utilizándolo con niños.
El "Señor R" es un paciente adulto con daño cerebral con el que se empezó a aplicar el método. Y los resultados han sido realmente alentadores.
¿Qué ha sucedido cuando este método de estimulación cognitiva se ha utilizado con un paciente con daño cerebral?
El "Señor R" tiene cuarenta y nueve años y hace un año aproximadamente tuvo un accidente cuando practicaba senderismo. Sufrió el impacto de una piedra en la cabeza y su situación inicial fue muy grave.
Sus daños cerebrales se localizaron en el lóbulo temporo-parietal izquierdo, una zona del cerebro que se encarga de diferentes funciones, como la capacidad de entender los números, la manipulación de diferentes objetos y la realización de tareas de escritura, entre otras.
La vida del "Señor R", electricista de profesión, cambió de forma radical. Poco a poco, ha tenido que volver a aprender muchas cosas que antes hacía automáticamente, entre las que se encuentra el cálculo.
Hace aproximadamente 8 meses, cuando el "Señor R" apareció en La Brújula Educativa, empezó a trabajar con el ábaco para intentar recuperar tanto el reconocimiento como el dominio de los números y de las operaciones matemáticas básicas.
Su meta es poder desenvolverse con autonomía, realizando tareas sencillas como ir a comprar el pan o arreglar algún papel en el banco.
Método de trabajo
El "Señor R" ha trabajado los dos primeros niveles del método UCMAS, que se basa en la realización de operaciones sencillas (sumas y restas). En estos niveles se aprenden las 36 fórmulas que utiliza el método para conseguir este objetivo, y aunque en un principio se comienza a trabajar con números de un solo dígito, al finalizar estos dos niveles se llega a operar con números de tres cifras.
Las clases de ábaco se dividen en varias partes. En los ejercicios básicos se trabaja la agilidad de escritura, la memoria y el reconocimiento de números. "El Señor R" solicitó en poco tiempo que se aumentara el nivel de dificultad, ya que le resultaban demasiado fáciles. La mejora de la memoria a corto plazo y su autoconfianza es espectacular.
En este método, la práctica diaria es la clave, por lo que el aprendizaje suele ser rápido y se mide según los aciertos que va obteniendo a la hora de aplicar las fórmulas. El "Señor R" nunca tuvo muchos errores en los ejercicios que realizaba, algo que lo diferencia de los niños que aprenden este método: De 30 operaciones llegó a conseguir tener 26/27 aciertos, una cifra impresionante.
El "Señor R", además de acudir a clases de ábaco, acude al Centro Gen Canarias, donde se trabaja en la recuperación del lenguaje. En este mismo centro, J. Barroso, Catedrático en Neuropsicología de la Universidad de La Laguna, ha ido pasando baterías de evaluación al "Señor R" y, tras estos meses de trabajo, concluye que ha habido una mejoría notable en todas sus capacidades cognitivas.
"Lo cierto es que cuando estamos bien y somos capaces de llevar una "vida normal" no nos planteamos la cantidad de ocasiones en las que tenemos que utilizar los números. Sólo cuando se trabaja con una persona con este tipo de dificultades nos damos cuenta de lo duro que puede llegar a ser y la impotencia que se puede llegar a sentir ante pequeñas tareas de la vida cotidiana. Además, si el caso es el de una persona bastante organizada y meticulosa, esos sentimientos de impotencia y de frustración se multiplican", explica Nayra González García, socia de La Brújula Educativa y profesora del método UCMAS en el centro. Como el mismo paciente comenta: "Yo cuando voy a hacer algo, necesito tener un plan A, por si algo falla, un plan B y por si acaso, un plan C".
"El "Señor R" es una persona muy constante, con gran fuerza e interés por recuperarse. Se esfuerza mucho en lo que hace y ahí está la clave de conseguir el ÉXITO en cualquier cosa que nos propongamos", comenta Nayra.
Este paciente con daño cerebral ha conseguido, gracias al empleo del ábaco mucha más soltura con los números, además de multiplicar sus niveles de autoconfianza para desenvolverse en su vida sin depender de nadie. "Sin embargo la lección vital que yo he recibido es enorme: me ha enseñado a valorar lo importante que es la constancia, "querer es poder" y si eres constante, consigues lo que te propones (y en este caso, cosas que no tienen nada que ver con los números... o tal vez sí...)", añade Nayra.
El "Señor R" ya es capaz de desmontar la lavadora, ir a comprar la pieza que le falta, volverla a montar y que funcione. Ha vuelto a conducir y a enfrentarse a las tareas de la vida cotidiana como ir a pagar los impuestos, o poner una reclamación en la comunidad de su edificio y conseguir solucionar lo que se proponga.